La crisis está impactando en forma conjunta en toda la cadena de valor: fabricación de hilados, telas, indumentaria y la comercialización de máquinas, insumos y bienes finales.
La mayoría de las empresas encuestadas, 6 de cada 10, vio reducidas sus ventas y su producción en un 16% interanual durante los últimos tres meses de 2024.
A su vez, el uso de la capacidad instalada cayó en el 64% de los casos relevados. En promedio, la retracción fue de 12 puntos porcentuales en comparación al mismo período de 2023.
Las principales razones que, según 8 de cada 10 compañías, explican dicho escenario es la pérdida del poder adquisitivo de la población, cambios de participación de bienes importados en el consumo (4 de cada 10 empresas) y la apreciación cambiaria (4 de cada 10).
Otras causas importantes que surgieron del relevamiento fueron las expectativas macroeconómicas, politicas sectoriales y variación de costos de materias primas e insumos.
Empleo
“Como corolario de un año consecutivo de caída de ventas y producción, durante 2024, el 65% de los encuestados tomó medidas que afectaron negativamente al empleo: cancelación de horas extras, despidos, suspensiones, adelanto de vacaciones y no-renovación de contratos, entre otros”, señalaron desde Pro Tejer.En esta línea, el 47% de las empresas indicó que efectuó despidos entre diciembre de 2024 e igual mes del año previo. Sólo el 9% registró un aumento. “Esta cifra refleja una situación preocupante sobre todo cuando se observa que en el primer bimestre, el 20% de los casos relevados registraba menos puestos de trabajo”, se manifiesta en el informe. Cabe destacar que la industria textil e indumentaria genera 540.000 empleos.
Por otro lado, la entidad conducida por Luciano Galfione señaló que “en contraste con los récords de años anteriores, 7 de cada 10 compañías no realizó inversiones en 2024. Incluso, algunas cancelaron las que tenían planificadas.
Además, 6 de cada 10 no piensa invertir durante 2025, debido, fundamentalmente, al exceso de capacidad instalada en las fábricas y al riesgo de mayor competencia importada en un contexto de desregulación del comercio exterior.
Las medidas que pide el sector y expectativas
Por otro lado, Pro Tejer consultó a las textiles acerca de qué medidas consideran más relevantes para sobrellevar dicho panorama. La mayoría resaltó la necesidad de una reforma tributaria que otorgue alivio fiscal a la producción, políticas de ingreso para mejorar el poder adquisitivo y reactivar la demanda interna, más financiamiento con programas como Ahora 12 y Cuota Simple, resguardo frente a la competencia desleal y corrección del tipo de cambio para aumentar la competitividad-precio.De todas maneras, el Gobierno cree que “la cancha no está desnivelada”, como reclaman gran parte de los industriales, y que se pagan impuestos altos tanto para producir como para importar. “Hay que bajar ambos y competir, para que la gente se beneficie con bienes de mejor calidad a mejor precio”, afirmó recientemente el ministro de Economía, Luis Caputo a través de su cuenta de X.
En cuanto a la apreciación cambiaria, por ahora no se vislumbran modificaciones en el ritmo de devaluación, o crawling peg, del 1% mensual del dólar oficial, por debajo del Indice de Precios al Consumidor (IPC).
También, el 87% de las empresas textiles considera que alcanzar menores costos fuera de fabrica es crucial para mejorar el desempeño del negocio, ya sea a nivel impositivo, laboral, de alquileres y financiero. Asimismo, creen que entre los ejes para 2025 deben estar la apertura de nuevos mercados de exportación, mayor abastecimiento importado, calificación del personal y digitalización de procesos.
En cuanto a las expectativas para este año, en gran medida se proyecta una recuperación económica moderada que pueda generar un mayor nivel de consumo y de actividad.