“Las fiestas de música electrónica son cada vez más masivas, pero tienen mala fama para un sector de la sociedad porque se las asocia con el consumo de drogas. Estigmatizarlas no es la solución; tenemos que pensar en políticas responsables que reduzcan los riesgos y protejan a quienes asisten”, expresó Rossi.
El proyecto propone que las fiestas electrónicas sean espacios seguros mediante campañas de concientización impulsadas por el Ministerio de Salud de la Provincia, para informar sobre los efectos de las sustancias psicoactivas y las formas de cuidarse. Además, promueve la implementación de dispositivos de reducción de daños en estos eventos, que incluyan información, puestos de hidratación y espacios de descanso seguros.
En septiembre de 2024, el gobernador de Tucumán anunció la prohibición de las fiestas electrónicas en su provincia, argumentando que son ámbitos de venta de drogas y muertes por consumo de estupefacientes. Este tipo de políticas prohibicionistas, lejos de ser una solución, generan fiestas clandestinas sin controles, seguridad ni asistencia médica. “La realidad es que prohibir no funciona; en vez de reducir los riesgos, los aumenta”, afirmó Rossi. “No podemos prohibir a los jóvenes disfrutar, hay que buscar estrategias para que las fiestas sean más seguras”, agregó.