Además, junto a la carne llevaba un arma de fuego tipo carabina calibre .22, con cargador y cartuchería del mismo calibre, careciendo de Credencial de Legítimo Usuario, vigente al momento del control. Los uniformados procedieron al secuestro del arma y a realizar el decomiso de la carne que iba a ser comercializada, pudiendo establecer la propiedad del animal que había sido faenado.
Según el propio productor que vendió el animal, lo faenaron debido a que no podía ponerse en pie por su estado sanitario.
Debido al informe médico veterinario, se procedió a la desnaturalización; evitando de esta forma su comercialización de forma ilegal y bajo condiciones de riesgo para la salud humana, sin los controles sanitarios del animal, antes, durante y posterior a la faena.