Inicialmente, ya emplazada en la capital del citrus, funcionó en el local ubicado en la intersección de calles Balcarce y Humberto Primo, bajo la dirección de la maestra Enriqueta Tavella. Entonces, funcionaba en dos turnos, con tres secciones y tenía una matrícula de 73 alumnos.
Escuela humilde
La primera sede en Concordia era una casa antigua, con corredor en forma de ele, con no más de cuatro aulas separadas con paredes. El resto eran modestos tabiques de chapadur, combados, y ya muy manchados por el tiempo, donde las voces de las aulas contiguas se confundían muchas veces en bullicio.Así, tal como se lee en el párrafo precedente, comienza la reseña histórica publicada en 1997 en el interior de la revista elaborada por los primeros 75 años de la escuela. “Bodas de Diamante: educando con amor y esperanza”, decía en su portada que incluyó una foto de la casa de calle Humberto Primo como la del edificio sobre Las Heras 654.
Y hay más del relato de aquella casa de los Chiovetta: “el piano, para las clases de música (con la señora Teresa M. de Olivera) estaba en una de las aulas. Así, el dar clases era, al mediar la mañana o la tarde, una verdadera Babel increíble, de dos o tres voces de docentes, alumnos y prácticas de canciones variadas, entre otras”.
Por último, un recuerdo al patio, verdadero pulmón de la escuela. “En parte con piso de material, delimitando la parte construida; el resto de tierra, con añosos paraísos y un baño precario en el medio (un excusado”, describieron en esa revista aniversario.
Desde aquella época del siglo XX es conocida como escuela “Chiovetta”, denominación que le dieron generaciones de concordienses que pasaron por allí como por otros que alguna vez hablaron de ella. Pero también tiene una nombre oficial, remarcado en hierro en el frente del actual edificio, al que se trasladaron en julio de 1976 (e inaugurado el 11 de septiembre de aquel año): Escuela Primaria Nº17 “Doctor Diógenes de Urquiza”.
Gratitud a la familia Chiovetta
Llegar a 100 años de vida es marcar un hito en la historia de cualquier comunidad. Y vaya si la escuela 17 puede decir que lo hace. “Nosotros funcionábamos en una casa donada por la familia Chiovetta que precisamente está ubicada acá cerquita, por calle Humberto Primo”, recordó la vicedirectora revelando por qué se la conoce con ese apellido.Lo que ocurrió fue que, cuando la escuela se trasladó a Concordia y necesitaban un edificio, fue la familia Chiovetta la que cedió amablemente su casa hasta que, muchos años después, pudo tener el edificio propio.
Es tiempo de celebrar
Como fuere, “La Chiovetta” o la “Diógenes de Urquiza” transita el 2022 con especial alegría porque está cumpliendo el primer centenario de vida. Concretamente, el día del cumpleaños es el 3 de agosto (fecha en que se creó en la escuela, en 1922). Mientras esa fecha se aproxima, “tenemos pensadas varias actividades”, admitió la maestra Ana Nannio, vicedirectora.“Una es convocar a los exalumnos para que, un sábado a la tarde, sean parte de los festejos. Otra de las actividades prevista es la maratón del centenario, el 2 de julio donde puedan participar las familias, los niños con actividades deportivas”, destacó en el inicio de la charla con El Entre Ríos.
Un premio nacional
“Otra de las cosas que marca la historia, es que hubo un año que la escuela fue reconocida por su calidad educativa a nivel nacional tuvo un reconocimiento muy importante en los años 90 por la calidad”, destacó Nannio.El consultorio, en la escuela
La docente también rememoró cuando, “en el barrio, la escuela brindaba atención odontológica. Tenía la salita que funcionaba acá en la biblioteca y hacía su aporte a la comunidad a través de esa atención”.Identidad
Más de la mitad de los actuales alumnos, dicen las maestras, son hijos o familiares directos de egresados. “Es una escuela muy elegida, muy buscada. Es por eso que tenemos lista de espera, todos los años”, contaron mientras los que van a cuarto grado escuchaban atentamente desde un banco en la biblioteca “Bernardino Rivadavia”.Buena parte de la comunidad educativa está radicada en la zona de influencia, que incluye a los alrededores del cementerio nuevo, avenida Las Heras y Humberto Primo e incluso un poco más allá para los que residen hacia el sur del establecimiento situado en la intersección de Nogoyá y Las Heras.