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Lorena Garay es la tía de F. el nene de 3 años que pelea por su vida en el Sanatorio del Niño. El jueves 19 fue llevado por sus padres de Paraná a la Clínica del Sol, de Bovril, para ser operado de amígdalas. La intervención resultó desgraciada, F. está en Terapia Intensiva y no responde a estímulos, y el médico que lo intervino, el otorrinolaringólogo Guillermo Riolo fue visto por última vez por la familia el viernes. Desde entonces no saben nada de él.
“Les cobró 200 dólares”
“Los papás confiaron en él, y esta persona les mintió terriblemente. Desde el primer momento, les dijo a los papás que la obra social no los cubría, que había problemas de camas quirófanos en Paraná y les propuso hacer la cirugía en Bovril en la Clínica del Sol. Y les cobró 200 dólares, aparte de la obra social del papá, Unión Personal. Los papás confiaron. Les pidió por adelantado los 200 dólares. De todo esto tenemos prueba porque está en los chat”, aseguró.

Comentó, además, que “los papás hacen todo los prequirúrgicos. Lo llevan el jueves cerca del mediodía a Bovrfil para esa supuesta internación. No le dieron habitación, nada. Quedaron en una especie de sala de espera. Finalmente, este señor llegó tarde. A F. lo operó cerca de las cuatro de la tarde. Ingresa al quirófano. Cuando lo sedan para la intervención, hacen salir del quirófano a la mamá. Luego se desata todo este desastre”, dijo.

Riolo, que hasta diciembre fue jefe del Servicio de Otorrinolaringología del Hospital “San Martín”, función de la que fue apartado luego de que se le iniciara un sumario administrativo por faltas reiteradas, fue denunciado penalmente en la Justicia por supuesta mala praxis. Los padres designaron como querellantes particulares a los abogados Miguel Cullen y Patricio Cozzi, aunque todavía no han podido entrevistarse con el fiscal que recibió la denuncia, Juan Francisco Ramírez Montrull.
Salió al kiosco en plena cirugía
Hay datos que anota la tía como “irregulares” o “curiosos”. Durante el tiempo que F. permaneció en el quirófano, el médico Riolo salió varias veces de forma inexplicable. Una vez, para ir a hablar con su mujer, que lo esperaba en el auto, cuenta Lorena Garay; otra ocasión, para fumar un cigarrillo. Más tarde, fue el kiosco a comprar una gaseosa y una bolsa de papas fritas. Todo con el delantal del quirófano que nunca se quitó.

Contó que “el médico salió varias veces antes de que sacaran al nene. Con la ropa de quirófano, salía a la calle. Se iba al auto donde estaba su esposa. Hay situaciones de complicidad. El médico no tiene carné de conducir, se lo han quitado. Ella lo lleva a todos lados, sabiendo en el estado que este hombre se maneja. Fumó, entró al quirófano”.

“Los papás preguntaban qué pasaba y él decía que era una pequeña pérdida de sangre lo que tenía F. Salió a un kiosco, compró un paquete de papas fritas y una gaseosa y volvió a entrar al quirófano. Los papás preguntaban cuándo le entregaban al nene. Les pidió que esperen. Se sentía algo raro en el ambiente”.
Traslado: “el nene tuvo dos paros”
“En un momento sale y dice que hay que trasladarlo a Paraná porque había gotitas de sangre que no paraban. eso dijo”, precisó y contó que entonces lo suben a una ambulancia privada: la Clínica del Sol no tiene ambulancia. No tenía equipamiento la unidad móvil: sólo equipo de oxígeno. Suben una enfermera, el niño y la mamá.

“Le dio un par de gasas para limpiarle la boca al nene, así le dijo. El médico se sube al auto con su señora, atrás de la ambulancia. Cuando ingresa al Sanatorio del Niño, lo recibe el jefe de Terapia y trata de salvarle la vida. Hizo todo tipo de maniobras para parar la hemorragia. El nene tuvo dos paros en el medio. El sangrado no paraba. No sabían qué había lastimado este hombre”, aseguró.

Fue por eso que “llaman a otro médico que tuvo que resolver la vena que estaba lastimada. Ahora, el nene está en Terapia Intensiva. Estuvo bajo sedación. El viernes se le sacó, pero no ha tenido respuestas a nivel cerebral, salvo la respiratoria”, lamentó y agregó que, “si bien tiene asistencia, todavía conserva cierta autónoma en ese sentido. Pero no ha respondido a ningún otro tipo de estímulo”, relató.

La familia ha contratado abogados, ha ido a la Justicia y también al Ministerio de Salud para pedir bloqueo de la matrícula de Riolo. Allí los despidieron de forma destemplada. “Fuimos a Salud a presentar la denuncia y a explicar esta situación. Nos recibió la directora de Asuntos Jurídicos y la directora Recursos Humanos. Le planteamos esto. Nos dijeron que cuando ingresan denuncias a médicos, quedan en trámite interno. Para poder suspender una matrícula, o quitar matrícula tienen que recibir orden de la Justicia”. Eso les dijeron.
Fuente: Entre Ríos Ahora.

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