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Dos jóvenes del peronismo disputarán la conducción del PJ en la ciudad. Pero la divisoria de aguas reedita, de algún modo, la dura interna del electoral 2023 que terminó con un triunfo de “Juntos por el Cambio”.
Sin unidad a la vista
Concordia se aleja del escenario de unidad que logró el peronismo a nivel provincial. La elección del 10 de marzo, para designar autoridades partidarias en el PJ, pondrá urnas en la denominada “capital del peronismo”.

A horas de la oficialización de listas, de uno y otro lado se muestran adversos a la posibilidad de lograr una lista de consenso. Esto preocupa a la conducción paranaense, que ve cómo se empantana aún más la situación a medida que corren las horas. Les gustaría que lo de Concordia se resuelva por consenso como en Paraná, Gualeguaychú y Concepción del Uruguay.
“En modo campaña”
Pero la situación local lejos está del consenso. “Ya estamos en modo campaña”, aseguró Facundo Ruíz Díaz, que encabeza la lista 1 “Renovación Peronista”. El dirigente de UPCN y excandidato a concejal lidera un espacio que enfrenta a la conducción tradicional del partido, enrolada tras las filas del exintendente Enrique Cresto.

Aunque lo quieran minimizar, el enfrentamiento que se daría en las urnas concordienses reedita la interna de agosto del año pasado. La lista 10 “Unidad Peronista” es encabezada por Kevin Inda, un joven empleado municipal, militante de la Juventud Peronista y excandidato a concejal en la lista que llevó a Armando Gay como candidato a intendente, lista impulsada por Cresto y otros dirigentes, como el senador nacional Edgardo Kueider.

La lista 1, además de a Ruiz Díaz, incluye a militantes que en la interna jugaron para la candidatura de Ángel Giano, quien perdió a manos de Gay. A esta lista se suman militantes de Alfredo Francolini y otros dirigentes barriales. Es más, el propio Giano figura en la lista como congresal provincial.

Desde ambas partes reconocen que la unidad es importante, pero aclaran que no están dispuestos a pagar cualquier costo. Ruíz Díaz la desestimó. “La unidad quedó instalada como posibilidad porque hay un plazo, pero ya lo hablamos y no coincidimos. Nosotros ya estamos trabajando en las elecciones”, dijo y afirmó: “el camino mejor no es la unidad sino la renovación”.

Del otro lado, Facundo Pérez, apoderado de la lista 10, habló sobre la imposibilidad de lograr la unidad. “No somos una lista ni a favor de un referente político, ni en contra de otro. Nuestra propuesta fue tratar de que el Partido Justicialista como estructura partidaria logre estar integrado por todos y todas los que la integramos, el peronismo que va más allá de lo partidario”.

“Tuvimos un intento de construir una lista de unidad con los compañeros y compañeras que presentaron la otra lista, pero por diferencias en cuanto al armado, la conformación, a quién encabeza, a qué espacio político pone cuántos candidatos o candidatas, no pudimos llegar a un acuerdo y presentamos dos listas”, explicó.
Locro y flores
“Al peronismo se le hizo mucho daño en Concordia por la vieja manera de hacer política. Por eso nosotros trabajamos en una renovación. Los dirigentes que nos acompañan lo hacen como un militante más, pero con una visión distinta a los últimos ocho años de conducción, con un PJ que estuvo siempre cerrado y que abría solo para hacer locro en fechas conmemorativas y llevar flores al cementerio”, apuntó Ruíz Díaz, sobre la presidencia actual que ejerce Juan Carlos “Calucho” Cresto.

Tanto Inda como Ruíz Díaz son dos exponentes de la militancia joven. Tarea Fina pudo saber que subyace un acuerdo tácito de no agresión durante la campaña y que ambas partes se comprometieron a no cometer errores del pasado. “Nosotros no manchamos a nadie y acordamos no ser irresponsables con la otra parte de atacar y ensuciar, porque después del 10 de marzo, gane quien gane, tenemos que trabajar en conjunto”, explicó Ruíz Díaz.

El principal punto de conflicto que empantana la unidad radica en los nombres de ocho de los quince concejeros. Quien pone los 8, se garantiza la votación mayoritaria para la presidencia departamental. Los tiempos formales todavía habilitan un acuerdo. Una posibilidad que se barajó es la de alternar entre ambos espacios la presidencia del partido. Un año cada uno, como el modelo de Buenos Aires. El tiempo corre, pero las posturas parecen estancas, sobre todo en las bases.
Fuente: Tarea Fina - Página Política.

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