Campeón de Clase 1 y Subcampeón de Clase 2, Etcheveste dio el salto a la 3 y más allá de algunos altibajos durante la temporada, entendió que se trata de sumar experiencia. “Mi primer año en Clase 3 logré ser segundo, conseguí dos o tres quintos puestos y gané una serie. También finalicé en algunas carreras detrás del puesto 20. Todo fue aprendizaje”.
Sobre las diferencias que tiene competir en las clases 1 o 2 respecto a las 3, “Chule” señaló: “Me costó mucho la clasificación. Marcan la diferencia los pilotos que están acostumbrados a la categoría. Se esperan todos, nadie quiere abrir primero por la succión. No hay margen de error, la primera vuelta es rápida y donde uno no caza el viento justo del auto de adelante se complica mucho. Un par de décimas te relegan 15 puestos”.
Sobre el cambio de auto que experimentó con el equipo Cano Racing, Etcheveste profundizó: “Después de las primeras carreras con un Renault Clio entendimos con Cano que debíamos cambiar de auto. Pasamos al Toyota Etios, con un número menor que otros pilotos y eso lleva a que no puedas exigir resultados”. Y cerró: “Agradezo al equipo Cano Racing me abrió las puertas sino no hubiera podido competir durante esta temporada”.
Al mismo tiempo se encargó de remarcar sus objetivos: “Uno tiene la ilusión de escalar y llegar al Turismo Pista Clase 2. Este era el auto que tenía proyectado para competir en esa categoría en 2020. Pero por la pandemia se complicó el tema presupuestario. Los autos y la potencia de los motores son muy similares, esta categoria maneja un presupuesto mucho menor”, selló Etcheveste, que además de competir, atiende los autos de Luciano González (de gran cuarto puesto en la Clase del TPN, con el auto que usaba Chule) y a Juan Martín Alliaud (Competición Especial 850).
