Se trata de Nilda Mabel Viollaz, quien relata que “en circunstancias en las que un grupo de vecinos reclamaban justicia por la muerte de Agustina Valdez, reclamo al que había concurrido mi hija con mi nieta a su pedido ya que era compañera de la niña, aproximadamente a las 18.30 se producen disturbios”. “Me dirijo al tumulto para retirar a mi hija y nieta del peligro, pero no las veo por el gas pimienta. Cuando giro para buscarlas, reconozco a Carlos Meyer –oficial de policía conocido del barrio- quien sin mediar palabras y sin tener motivo alguno que lo justifique me disparó en la pierna con su arma reglamentaria, hiriéndome gravemente y cayendo al piso sin movilidad, para luego golpear a mi hija Candela Benítez cuando esta intentó ayudarme”. Trasladada por un vecino, llegó al Hospital San Benjamín, donde constatan “la pérdida de mucha sangre y rotura de venas y arterias, cuadro que demandó una cirugía de más de 4 horas en los que estuvo en serio riesgo mi vida”.
“Actualmente me encuentro internada en el hospital desconociendo mi pronóstico y secuelas invalidantes”, agrega sobre su estado de salud.
A partir de lo expuesto, Meyer decidió recurrir a Fiscalía para constituirse como víctima, solicitando “se adopten con carácter urgente las medidas probatorias que estime correspondan, como una inmediata revisación médica”.
A la vez, pide “se ordene el inmediato secuestro de los libros de guardia del Hospital San Benjamín y de la Jefatura Departamental de Colón del día 18 de marzo del corriente”, sean citados los testigos que ella menciona y “se incorpore el video de la filmación del hecho” realizado por un vecino y que le luego se hizo viral.