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Un geriátrico de Paraná, ubicado en calle Diamante, fue clausurado este viernes en Paraná por funcionar sin habilitación y en condiciones inadecuadas. La medida, dispuesta por el juez de Faltad Amado Siede, se tomó tras denuncias de maltratos a los residentes, según informó el director de Control Urbano y Fiscalización de la Municipalidad de Paraná, Héctor Bergara, en declaraciones a Radio Plaza 94.7.

La clausura se originó a partir de denuncias que involucraron al Ministerio Público Fiscal de la provincia debido a presuntos abusos dentro del establecimiento. «Nosotros cuando tuvimos la clausura no la ejecutamos de forma inmediata, ya que constatamos que había 10 adultos mayores en la residencia», explicó Bergara, subrayando que se priorizó la situación humana y social de los residentes antes de aplicar la medida.

Durante un mes, el geriátrico fue objeto de un seguimiento riguroso por parte de las áreas de Salud de la Provincia y la Municipalidad. «Se hicieron inspecciones diarias y se trabajó con los familiares para la relocalización de los residentes», detalló el funcionario. Finalmente, el último adulto mayor, una persona de aproximadamente 90 años, fue reubicado el jueves, lo que permitió ejecutar la clausura definitiva.

El establecimiento presentaba diversas irregularidades: «No tenía contratado servicio de tratamiento de residuos patológicos, no tenía emergencia sanitaria, no tenía nutricionista y las condiciones edilicias eran inadecuadas», enumeró Bergara. Además, la habilitación del lugar había vencido hace varios años y nunca se renovó.

A las irregularidades administrativas y edilicias se sumaban denuncias por malos tratos físicos. «Podemos hablar de un caso de una persona que era sujetada a la cama», reveló el secretario de Control Urbano y comentó que el lugar no contaba con personal capacitado para las tareas específicas. La situación de los residentes fue resuelta con la reubicación en otros establecimientos o con sus familiares.

Bergara también informó que, además de la clausura, se aplicó una multa al establecimiento, que no podrá volver a operar como residencia gerontológica. «No es solo que se dispone la clausura sino que se le aplica una multa. No puede funcionar más como lugar de residencia gerontológica», enfatizó.

La situación de este geriátrico pone en evidencia la importancia de los controles y fiscalizaciones para garantizar el bienestar de los adultos mayores, así como la necesidad de denunciar cualquier irregularidad en estos espacios.
Fuente: Entre Ríos Ahora

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