Desde el centro, ubicado en Avenida de las Américas 5.696, en el km 5 y 1/2 de Paraná, aseguran que desde hace varios meses empezaron a percibir un porcentaje de la facturación muy inferior por los tratamientos que realizan a los pacientes. Por lo tanto, la institución debió solicitar la baja del convenio con Iosper y unos 20 pacientes quedarían sin tratamientos a fin de mes.
Al respecto, una de las dueñas de la institución, la licenciada en Terapia Ocupacional Gisela Marianoff, indicó: “Hay un sistema de Iosper en donde se cargan los datos de los pacientes de acuerdo al tratamiento que necesitan, con el diagnóstico y la historia clínica. Cuando termina el mes, se liquida todo el costo de los tratamientos y la página arroja un monto que es el acordado previamente con una auditoría previa por el convenio. Luego que se autoriza todo, se realiza la liquidación de cada uno de los pacientes, se suma y se envía una factura a Iosper. Una vez que ingresa, pasa por una auditoría posterior y no sé con qué criterios la auditoría dice: ‘este paciente no necesitó este tratamiento tan intensivo, se baja el presupuesto a la mitad’. Pero nosotros ya lo habíamos trabajado porque estaba aprobado en el sistema".
“Entonces –continuó– cuando auditoría liquida el monto que nos pagan, es la mitad o menos: hay veces que nos pagaron un 30 por ciento. Ya es una risa los montos. Todo esto empezó a pasar a partir del inicio de la pandemia, en el mes marzo de 2020. Por ejemplo, una vez nos descontaron 50 mil pesos, el otro mes más de 100 mil, ahora 90 mil. Hasta ahora lo veníamos sosteniendo con nuestros propios recursos, pero ya no podemos más”, aseguró.
Desde este centro integral de rehabilitación, que es dirigido por la médica fisiatra Belén Hock, señalaron que el dinero para los tratamientos lo envía Nación a Iosper y después la obra social hace la auditoria y paga un porcentaje muy inferior de la facturación total. Este problema, según Marianoff, no sólo le sucede a esta institución de la salud sino también a otras. Asimismo indicó que quisieran continuar el trabajo con pacientes pero en estos momentos tuvieron que pedir la baja el convenio porque a pesar de haber hablado con Iosper para llegar a un acuerdo, las irregularidades continúan. “Estuvimos sosteniendo todo esto durante un año y medio, pero lamentablemente ya no podemos más”, enfatizó Marianoff.
Qué dijeron desde la obra social
Según informaron desde Iosper, desde enero a abril la obra social abonó $420.148,58 de pesos al centro integral de neurorehabilitación Los Álamos.Y el gerente de Administración de la institución, Arnoldo Schmidt, lamentó el corte de las prestaciones, al tiempo que aseguró que la decisión es injustificada: “Se pagó la totalidad de las prestaciones a Gisela Sánchez y María Belén Hock (titulares de la prestadora) hasta diciembre de 2020 y desde enero a la fecha, Iosper abonó cinco meses de prestación al centro por un importe de 420.148,58 pesos”.
En ese sentido, el contador subrayó que la Obra Social “abonó agosto, septiembre, octubre, noviembre y diciembre del 2020 desde enero a este 16 de abril”. “Desde Iosper se va pagando en función de los fondos que ingresan a la Obra Social y se está cumpliendo con todos los prestadores”, remarcó el contador, quien auguró que los profesionales de la salud “comprendan que no es justo tener a los afiliados de rehenes cuando la Obra Social está cumpliendo y muestra una clara voluntad política de acompañar a sus afiliados cuando transitan momentos difíciles, ya que la salud no es un negocio sino un derecho”, concluyó.