San Carlos es espléndido. Naturaleza, deportes, historia y la magia de “El Principito” dan vueltas por ese lugar que los concordienses tienen a la vera del río Uruguay. “Es un lugar de permanente inspiración, aún lo es como lo fue para Antoine de Saint-Exupéry”, afirmó Paul o Tisocco, director del Parque “San Carlos”.
Así lo fue también para Javier Quintana, uno de los integrantes del equipo de escenografía de La Renga, una de las bandas imprescindibles del rock nacional que tocó en Concordia hace 3 meses. El “aprendiz de artista”, tal como suele presentarse con la modestia que lo caracteriza, se inspiró en San Carlos para trazar líneas de unos dibujos que finalmente se proyectaron en el “banquete” celebrado en costanera.
“En este parte tienen una historia enorme, reconocida mundialmente así que es un honor dejar esto acá”, completó luego @javi_locura22 , el muralista y técnico electromecánico que fue hasta el parque en compañía de su amigo concordiense, su hijo y otro amigo más.
Paulo Tisocco fue el anfitrión y recibió para atesorar en la sala de interpretación los dos bocetos que dejó el artista. “Aquí tengo uno de los presentes que estamos recibiendo del equipo de trabajo de La Renga que vino a hacer el recital hace 3 meses atrás”, destacó mientras sostenía el boceto original del palacio (vista que da al este) que quedó en “San Carlos” con el valor agregado de que lleva la firma de Tete Iglesias, el grandioso bajista de “La Renga”.
“Para nosotros es un honor que todos los artistas que vienen a visitar el Parque 'San Carlos' se inspiren en este lugar, en la historia de Antoine de Saint-Exupéry y también en todo este entorno de naturaleza y belleza, que es motivo de nuestro orgullo”, celebró para El Entre Ríos.
La estadía del autor de los dibujos se prolongó hasta el anochecer. En este tiempo conoció el lugar donde se exhibirá sus realizaciones como también se asombró por esa fotografía que muestra al escritor y aviador francés autor de “El Principito”, allá por 1929 en ese mismo castillo que recorrió este lunes.
