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Santa Rosa de Lima, patrona de América
Santa Rosa de Lima, patrona de América
Santa Rosa de Lima, patrona de América
Isabel Flores de Oliva se llamaba la joven limeña. Reconocida por su calidez humana, su sencillez, su bondad y belleza, cualidad esta que le valió el nombre de “Rosa”. A los 20 años ingresó a la Orden de Santo Domingo, confirmando así su inclinación a la vida religiosa.

Por Adriana Casco(*)

Se dedicó a la educación cristiana de niños y al servicio de los enfermos. Falleció a los 31 años de edad, el 24 de agosto de 1617. En 1671, fue canonizada, es decir proclamada Santa por el Papa Clemente X. Es patrona de América. También lo es de Chajarí y Villaguay, entre otras ciudades, por tal motivo hay múltiples celebraciones católicas en su memoria, el día 30 de agosto.

La tradición religiosa cuenta que los poderes sobrenaturales de Rosa de Lima fueron los que frenaron un desembarco pirata en la ciudad homónima, al generarse una fuerte tormenta de modo que no pudieron desembarcar, quedando la ciudad, a salvo del ataque.

En América del Sur, especialmente en Argentina entre fines de agosto y principio de septiembre, hay un fenómeno climático que suele presentarse cerca de la primavera, caracterizado por la presencia de fuertes vientos, truenos, relámpagos, abundantes precipitaciones y hasta caída de granizo, conocido como “tormenta de Santa Rosa”, para los creyentes.

“Este suceso ocurre cuando las primeras masas de aire caliente chocan con los frentes fríos del invierno”, según afirman los meteorólogos, en coincidencia con la llegada de la primavera y la despedida de la estación invernal.

Según el Servicio Meteorológico Nacional, para el 30 de agosto de este año en Concordia, se prevé probabilidad de precipitaciones entre un 10 - 40 % y ráfagas entre 51 y 59 kilómetros por hora, una temperatura mínima de 13° C y una máxima de 18°C.

¿Mito o realidad? Lo cierto es que el suceso se repite y es raro que falle. Quienes tenemos algunos años, hemos contado varias tempestades en esta época y en más de una ocasión hemos invocado el auxilio de la Santa, por creencia, por convicción o por las dudas.

(*) Estudiante de Comunicación Social
Fuente: El Entre Ríos

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