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Ubajay, “el corazón del palmar”, este domingo 5 de enero cumple 110 años.

Es parte del departamento Colón (se ubica a unos 60 kilómetros de la ciudad cabecera) y tiene 3.282 habitantes, según el censo 2022.

En su suelo confluyen la comunidad judía, familias de distintas provincias y un nombre guaraní. Así de plural es su historia y su presente.

Delia Rosa Bouvet (74) nació en Colonia La Matilde, cuando tenía 11 años su familia se mudó al pueblo. No había escuela secundaria, por lo que accedió a la educación media ya de adulta. Es comerciante y docente de profesión.

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Profesora Delia Bouvet Agrandar imagen
Profesora Delia Bouvet
Sus vivencias y el amor a su tierra son similares a los de muchos ubajayenses (nativos o por opción). Quizá por eso escribió el libro “Shalom Ubajay”, que este sábado a la noche se presentó en la biblioteca popular, como antesala del aniversario.

“Sé que 110 años de historia no se encierran en las páginas de un libro”, nos dice. Menos aún en un artículo periodístico, pero nos ayuda a rescatar algunas pinceladas.
De la persecución en Europa a una nueva vida en Ubajay
El matrimonio compuesto por el barón Maurice Hirsch y la baronesa Clara de Hirsch fue impulsor de la migración de judíos provenientes de Rusia y otros países europeos, a partir de la persecución que estos sufrían en algunos lugares del Viejo Continente.

“Compraron grandes extensiones de tierras en Entre Ríos, entre ellas en Ubajay. A la vez, financiaron el viaje en barco de muchas familias, a las que les fueron vendiendo lotes de 100 hectáreas. Se hacían cuatro casas linderas que compartían el bebedero de agua de los animales, el molino, un arado, se les asignaba un número de vacas y un toro que era comunitario”, relata Bouvet.

Así se fueron formando las colonias La Matilde, San Antonio, Palmar Yatay y La Carlota. Esto sucedió entre finales de 1890 y 1910.

Los Hirsch nunca vivieron en Entre Ríos, pero en Ubajay sus nombres tienen trascendencia. Por ejemplo, la Sala de Primeros Auxilios del Centro de Salud “Doctor Diego Parissien”, se llama “Baronesa Clara”.
El tren y la fundación

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Crédito Facebook La Estación Agrandar imagen
Crédito Facebook La Estación
La fundación de la ciudad comenzó a gestarse alrededor de 1905. “No había puentes para pasar los arroyos y las rutas solamente se podían transitar en carreta, sulkys o a caballo”, por lo que pensar en el ferrocarril “era el progreso, la posibilidad de conectarse con el mundo. Así se venderían la leche que se producía en los tambos, las cosechas de sandías y de granos”.

Finalmente, “el 5 de enero de 1915 se inauguró la estación”. Este acontecimiento significó un punto de partida para el pueblo y se convertiría en su fecha de fundación.

“Había trenes de pasajeros a los que les decíamos ‘lechero’ porque llevaban los tachos de leche; pasaban todos los días, uniendo el trayecto Concepción del Uruguay – Concordia. Después había trenes de carga que llevaban las cosechas”, recuerda la escritora.

La estación de trenes de Ubajay se clausuró oficialmente en el año 1992.
Un árbol y un nombre
El nombre que se le asignó es otro capítulo pintoresco de esta historia. Primero se pensó en el palmar, luego se impondrían la estación de tren y el árbol que cedió su lugar para que esta se construya.

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Árbol de ubajay plantado en 1974 Agrandar imagen
Árbol de ubajay plantado en 1974
“Nuestra ciudad en realidad se llamaba Pueblo Palmar, pero la estación del ferrocarril fue tan importante, que pasó a llamarse Estación Ubajay. Ahora solo decimos Ubajay”. Ubajay es un árbol; en guaraní, el término significa “fruta ácida”.

“Cuando se determina el lugar donde iba a ser construido el edificio de la estación, había un inmenso ejemplar de ubajay. En honor a este árbol que fue arrancado para dar nacimiento a la estación, se le puso su nombre”.
La escuela y los aserraderos
En 1920 se creó la actual escuela primaria. “Hasta el momento solo existía una escuela judía donde se les enseñaba religión, los primeros números y las primeras letras. A partir de entonces fue creciendo la población”, menciona Delia, exalumna de la institución.

Otro de los pilares fundamentales para el crecimiento de Ubajay fue la generación de empleo, a partir de una nueva industria. “Desde la década de 1970 en adelante, Ubajay fue elegida por los empresarios de la madera, llegando a radicarse en la ciudad más de 20 aserraderos”.

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En la ciudad se establecieron más de 20 aserraderos Agrandar imagen
En la ciudad se establecieron más de 20 aserraderos
“Tenemos muchas familias santiagueñas, porque en Santiago del Estero no había empleo y ellos conocen el trabajo en los montes. También vinieron misioneros, correntinos y santafesinos”.

El agua potable llegaría en 1976, mediante una cooperativa. “El servicio es excelente. Empezó siendo un tanque, un pozo y 25 usuarios que nos anotamos; hoy hay 7 pozos, más de 1.000 familias, tres tanques y un agua potable de buena calidad que nunca falta”, destaca.

La población se fue incrementando, hasta que en 1990 fue suficiente para crear la municipalidad. En 1996, la comuna pasó a ser municipio. Con el cambio de categoría, “llegaron las mejoras en plazas, calles, las cloacas, los barrios y Ubajay se extendió para todos los puntos cardinales”, dice la escritora.

En 1990 se creó la escuela secundaria. “Fue una lucha de todos quienes debíamos mandar lejos a nuestros hijos para seguir sus estudios”.

Desde entonces, el secundario comparte edificio con los otros niveles. “Desborda, ya no hay lugar. Tenemos la promesa del edificio propio para este año; contamos con el lugar y la aprobación del gobierno”. Por el momento, en Ubajay no hay carreras ni nivel terciario.

Ubajay es actualmente un sitio elegido por los turistas que visitan la región. Además del Parque Nacional El Palmar, “cuenta entre sus principales atractivos al Museo Histórico Alcides Coulleri, ubicado en el edificio que perteneciera a la estación de tren; La Aurora del Palmar, que es un lugar precioso para conocer; y el Mirador del Palmar, que es muy lindo para alojarse y disfrutar de la naturaleza”, destaca la entrevistada.
Desde el corazón
Volviendo a su reciente obra literaria, Delia Bouvet dice que Shalom Ubajay “no es un libro de fría historia. Para escribirlo entrevisté a 73 familias y en todos los hogares que me abrieron la puerta, también me abrieron su corazón”.

“Mi última pregunta era: ‘¿Volverías elegir a Ubajay para vivir?’, con más razón se la hice a quienes vinieron de otros lugares. El 99,9% me respondió: ‘Ubajay es mi lugar en el mundo. Lo volvería a elegir’. Una santiagueña me dijo ‘Una y mil veces’”.
Fuente: El Entre Ríos

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