Una vez en la playa, los remeros participaron de una ceremonia ancestral donde se realizó una ofrenda al río Paraná. También el obispo de Lomas de Zamora, Jorge Lugones, impartió una bendición religiosa en lengua indígena.
Mensaje sobre la Hidrovía
En un escenario hubo palabras donde se reafirmó el objetivo de esta gran acción en la cual adhieren más de 180 organizaciones de todo el país, y pretende advertir sobre la privatización que trae aparejada la concesión de la gestión de la llamada Hidrovía. Para el final, distintas expresiones culturales y artísticas darían el broche a una jornada vibrante.Entre aplausos efusivos, banderas y vítores, los remeros desembarcaron en la playa. Uno de ellos, Luis Cosita Romero, el veterano remero de la cruzada contra las represas del Paraná Medio de 1996, ni bien puso sus pies descalzos en la arena, unió sus palmas llevándolas al rostro en un gesto de profundo agradecimiento; no le salían las palabras de la emoción, contó con sus ojos chiquitos en los que apenas contenían las lágrimas. Fue un momento de abrazos (entre Cosita y Alfredo Berduc padre fue uno de los más emotivos), saludos y felicitaciones a todos los navegantes por la proeza que comenzó el 1 de marzo en Clorinda y tiene previsto culminar el 22 de este mismo mes en Rosario.
Territorio sagrado
La celebración continuó con palabras de representantes de las comunidades indígenas que se hicieron presentes, Chaná, Guaraní y Mocoví que llegaron desde Santa Fe. En lenguas de las culturas nativas se auguró para “que la energía creadora esté con nosotros siempre”. El referente de la comunidad santafesina veneró el “encuentro de comunidades indígenas” que tenía lugar, al tiempo que señaló que los integrantes de su pueblo ha habían declarado el río Paraná como “territorio sagrado”, porque allí “están nuestros ancestros” y por eso se llamó a venerarlo y cuidarlo.En el altar improvisado en el centro de esa gran ronda también se encontraban la imagen de la Virgen de Luján, que viaja a bordo de “La Yaguarona”. Frente a ella, el obispo de la diócesis de Lomas de Zamora, monseñor Jorge Rubén Lugones, se expresó celebrando la convocatoria aludiendo a la doctrina de la iglesia católica que promueve el Papa Francisco en cuanto a “trabajar juntos en comunidad”. Lugones cerró sus palabras con una bendición en lengua guaraní.
Las alocuciones apuntaron, como eje en común, a poder generar una corriente, reunir fuerzas, arribar a los consensos necesarios (“una pueblada” en las palabras de Cosita Romero) para defender el río Paraná. Se planteó entender el río también en clave política como un territorio en el cual su soberanía se ve amenazada.
El escenario luego dio lugar a la “música, poesía, arte y cultura litoraleña” que los organizadores habían programado que se extendiera hasta cerca de la medianoche.