Valentina Acevedo Miño reside actualmente en Tampa, una ciudad de los Estados Unidos situada en el condado de Hillsborough, en la costa oeste de Florida. Allí asiste al campus de la Universidad del Sur, becada para estudiar biología médica.
Los pronósticos más alarmistas indicaban que justamente hacia ese lugar se dirigía el Huracán Milton con todo su poder destructivo. En consecuencia, la ciudad se paralizó y Valentina, juntos a otras miles de personas, fue a parar a un refugio.
Este lunes, ya más aliviada, aceptó dialogar con el programa Despertá Con Nosotros, por Oíd Mortales Radio. La ocasión sirvió, obvio, no sólo para hablar del fenómeno meteorológico. También acerca de su esfuerzo por adaptarse a una “cultura diferente”, donde el trato interpersonal no se parece al “modo argentino”.
-¿Sigues en el refugio Valentina?
-Ayer pudimos volver a nuestras habitaciones, pero la verdad que fue una experiencia muy especial. Ahora ya está todo bien, todo tranquilo.
-¿Qué día las evacuaron y cuánto tiempo estuvieron en los refugios?
-Nos evacuaron el martes pasado. Cancelaron toda la actividad el domingo y el martes nos evacuaron. En el refugio estuvimos dos días, hasta que nos quedamos sin luz. Entonces nos tuvieron que trasladar, nos trajeron al gimnasio de la universidad, pero toda la zona estaba sin luz, inclusive sin agua también, y ahí hubo gente que sí pudo volver a sus habitaciones, porque dependía del edificio, digamos, y el estado en el que estaba. En mi caso, me fui a lo de una amiga para poder pasar los próximos días más cómoda, porque el refugio era una escuela y era medio campamento. Entonces, para estar más cómoda me fui a lo de una amiga. Hubo gente que se tuvo que quedar en el gimnasio. Fue bastante inesperado y todo rápido lo de este huracán. Veníamos ya de otro huracán anterior. Dos semanas atrás estuvo el que se llamó Helena, pero no fue tanto en esta zona, no tuvimos que evacuar, pero sí cancelaron todo y por eso también estuvimos unos días sin clases.
-¿Dónde estás viviendo y qué estás haciendo en Estados Unidos?
-Estoy en Tampa, que dentro de todo está bastante lejos de la costa, a una hora. Por eso, la mayoría de los huracanes en esta zona suelen ser leves, pero justo este venía para pasar directo por acá y por eso nos evacuaron. La gente de las costas son a quienes evacúan casi siempre. A último momento el huracán un poco se desvió. En un momento subió de categoría, nos asustamos todos, y después se desvió más hacia el sur.
Yo estoy en la Universidad del Sur de Florida, que tiene tres campus. Estoy en el que está en Tampa y estoy estudiando biología médica, que es como el camino de pre medicina.
-¿Estás becada?
-Tengo una beca. No es total, es parcial, pero es bastante. Por eso fue que tomé la decisión de venir, porque dije “bueno, ya que pude obtener una beca, voy por la experiencia y a ver si me gusta o no”.
-¿Cuál es tu plan a futuro, si es que lo tienes ya definido? ¿Vas a continuar todos los estudios en Estados Unidos o harías este tramo allá y regresarías?
-No estoy muy segura, porque a mí me gusta medicina. Yo antes de venir para acá había empezado a estudiar medicina en Córdoba, entonces me di cuenta que me gusta medicina. Pero acá, en Estados Unidos, para estudiar medicina el camino es mucho más largo. Son como mínimo 11 años, porque te piden un título de pregrado, que son 4 años. Después hay que rendir un examen para entrar a la escuela de medicina. Y aparte de eso, fuera del título de pregrado y el promedio que uno tiene que tener, piden un montón de otras cosas en cuanto a experiencia, en voluntariados, etc. No es fácil y menos para los internacionales. Así que no sé qué voy a hacer.
-¿A esta etapa de biología médica la terminarías allá?
-Sí, sí, son 4 años.
-Es una formación que seguramente te servirá aún en el caso de que resolvieras regresar para seguir medicina en Argentina.
-Supongo que sí, porque es como un título de una carrera, digamos. -¿La biología que estás estudiando tiene alguna orientación específica?
-Es biología médica, que todavía no es especializada. En los próximos años hay clases que yo me tengo que inscribir, como fisiología, anatomía, que van más direccionadas a lo que es medicina.
-¿Muchos argentinos por allá?
-No. Me crucé creo a dos argentinos, entre todos los latinos. Porque sí hay muchos latinos, mucha gente de Colombia, de Perú, de Centroamérica también, pero argentinos no.
-¿Y extrañas mucho? ¿Cómo te has ido adaptando a la vida allá?
-Sí, hay cosas puntuales que extraño, como la gente, por ejemplo; eso sí se nota. Es una cultura completamente diferente. Después, también extraño la comida, pero esas son cosas como más superficiales. Igual, no estoy hace mucho tiempo. Al principio me costó adaptarme, justamente porque es todo muy diferente. Pero de a poco me estoy adaptando.
-¿Es algo más frío o distante el trato entre las personas?
-Sí, para nuestra perspectiva son más fríos, más cerrados. Yo al menos allá en Argentina estoy acostumbrada que uno va a cursar, va a las clases, y después te juntas a tomar unos mates o arreglas para ir juntos, para volver, te juntas a comer. Y acá como que se ven en las clases y después cada uno hace su vida. Es bastante impersonal.
-Muchos cambios en tu vida. Recién estás comenzando la etapa universitaria, ¿no?
-Sí, sí, empecé este año. Terminé el colegio el año pasado.
-¿Dónde cursaste el secundario?
-En el Colegio Marista de Chajarí.