En lugar se efectuaron las pericias, desde Entre Ríos hasta 25 de Mayo, por calle Quintana. Los peritos de la Gendarmería Nacional, junto al fiscal Fabio Zabaleta, el abogado Rafael Briceño – representante de la familia Briozzi- y los abogados Carlos Medina y Oscar Bacigalupe, defensores del policía Antonio Acosta procesado en el hecho, participaron de las pruebas y mediciones que se extendieron por más de horas.
Cabe recordar que el sargento Acosta cumple la prisión preventiva con arresto domiciliario y esta medida le fue renovada por el juez de la causa por un espacio de 30 días más.
Ayer, el policía estuvo presente pero escoltado, y tuvo que relatar cómo y en qué circunstancias efectuó el disparo que dio en el cuello a Briozzi, cuando éste se encontraba en su vehículo: una camioneta Chery Tiggo que fue llevada al lugar del hecho.
El sargento argumentó, a su defensa, que "el joven estaba armado y lo había apuntado", "que su intención era asustarlo pero luego trastabilló y su arma se disparó", "que venían en una persecución porque habían recibido denuncias en contra del chico", etc.
Las pruebas comenzaron en el lugar en que la camioneta circulaba por calle Quintana y Entre Ríos, en dirección este-oeste; luego se ubicó el móvil policial de los efectivos Acosta y Monzón en la intersección de las calles San Luis y Quintana, lugar donde comenzaron a disparar.
Allí, el sargento Acosta dio a entender que el disparo mortal se lo dio a Sebastián después de trastabillar y que impactó en la luneta trasera del lateral izquierdo. Monzón, citado en calidad de testigo, a su vez explicó en qué posición se encontraba, según el, mientras cargaba una escopeta Itaka.
Más tarde, se continuó la trayectoria de la camioneta hasta el lugar donde se detuvo, en la esquina de Quintana y 25 de Mayo.