Kobrinsky seguró que la caída de las ventas en el sector "tiene el mismo impacto que la crisis generó en los distintos formatos de comercialización y en las diferentes regiones del país".
Indicó que "la caída es fuerte, la retracción se nota, los clientes compran menos unidades de. Por ahí vienen con más frecuencia, pero adquieren con menos unidades y con una compra más planificada, más pensada y ajustada a lo que pueden afrontar en el momento, así como a las ofertas y oportunidades que encuentran a la hora de hacer la compra".
Dijo que "no solamente hubo cambios en cuanto a los hábitos de consumo y en relación al tipo de producto, sino también en lo que respecta a las marcas, que tienen menos preponderancia que en otro momento”.
Al brindar un ejemplo, sostuvo que “la yerba es un producto con el que el argentino siempre fue muy marquista: llevaba una marca específica y que le costaba cambiar su marca de yerba. Eso cambio, ahora se consume la que está en promoción. Por supuesto que esto no pasa con todos los clientes que consumen yerba ni en todos los productos. Hay gente que sigue eligiendo las marcas, pero hay una mayor concentración de ventas en los productos promocionados, más allá de las marcas".
Acerca de cómo ha impactado todo esto hacia adentro de los supermercados, advirtió que “se nota mucho la caída en el consumo", la rentabilidad es menor y hay que afrontar gastos fijos que, contrariamente a lo que viene pasando con las ventas, han crecido”.
“Los servicios han subido mucho y los costos son mayores, por lo que mantener la dotación de gente se nos hace cada vez más difícil. Una tiene la expectativa de que esto revierta rápido, pero de no ser así se hace muy difícil sostener las estructuras", señaló en declaraciones al programa "Lo que queda del día" (Oíd Mortales Radio).
Con respecto a la formas de pago, reveló cambios: “Hoy en una misma compra hay dos o tres medios de pago. Puede ser alguna billetera virtual, tarjeta y algo en efectivo, o todo de la misma manera. A veces hay dos tarjetas distintas. La realidad es que a veces una no tiene saldo y se intenta con otra, es muy complicado todo esto para la gente".
Admitió que en otro contexto económico "la tarjeta de crédito se usaba para comprar determinados bienes y hoy muchas veces la gente compra en el supermercado a tres cuotas".