Sin un líder parlamentario fuerte y fragmentada en varias corrientes internas, la pequeña bancada de ocho senadores de Pro enfrenta el dilema de tener que buscar un reemplazante a Luis Juez (Córdoba), que antes de salir de vacaciones anunció de manera pública que renunciaría a la presidencia del bloque y tomó por sorpresa al resto de sus compañeros, que se enteraron por los diarios.
El reemplazo de Juez, que no se sabe si migrará a las filas libertarias, podría decidirse este martes, cuando el bloque del partido fundado por Mauricio Macri se reunirá por primera vez en el año y discuta quién será el conductor en la Cámara alta.
En estos momentos, la escudería amarilla enfrenta la encrucijada sobre si terminar subsumida por la Libertad Avanza o tomar el camino de la oposición al gobierno de Javier Milei.
Todo eso ocurre en un año de elecciones de medio término en el que el partido pone en juego tan sólo dos bancas en los ocho distritos que este año renuevan su representación en el Senado.
Uno de los escaños que deberá revalidar Pro es el de Alfredo De Angeli (Entre Ríos), cuyo nombre suena para ocupar la conducción del bloque. “El Mellizo”, como se lo suele mencionar al dirigente ruralista entrerriano, es un verdadero soldado de Macri. Su condición de actual vicepresidente de la bancada lo perfila como el sucesor “natural” tras la renuncia de Juez.
El otro candidato para suceder al cordobés es Martín Goerling (Misiones), quien llegó a la Cámara alta en diciembre del año pasado y podría ser un nombre de equilibrio partidario. Apoyó la postulación presidencial de Patricia Bullrich desde el inicio de la campaña, pero también tiene buena relación con Macri a través de su sociedad política con su comprovinciano y expresidente del partido Humberto Schiavoni, de indudable alineamiento con el expresidente,
En una señal de que todavía no hay una definición, pero también en un gesto salomónico, ambos senadores fueron los designados por Juez para que se sentaran como representantes de Pro en la reunión que el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, mantuvo el último miércoles con algunos de los bloques dialoguistas para tomar el pulso de la Cámara alta de cara a las sesiones extraordinarias habilitadas por el Poder Ejecutivo.
Sin embargo, y sin consultar con nadie, al encuentro se sumó Carmen Alvarez Rivero (Córdoba). Alineada con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y de claro perfil ideológico de derecha católica muy afín a las ideas de Javier Milei y de La Libertad Avanza; la cordobesa apuesta, en su fuero íntimo, por la posibilidad de quedarse con la presidencia del bloque. “La dejamos entrar porque no le podemos cerrar la puerta en la cara a un senador”, justificaron en la Cámara alta la presencia de la cordobesa en la reunión con el jefe de Gabinete.
Por ahora, la postulación en sordina de Alvarez Rivero se asemeja más a un sueño que a una posibilidad concreta, ya que la idea es nombrar al nuevo líder por consenso. Además, el bullrichismo no tiene los votos para imponerse en una puja a cara de perro. A eso se suma el hecho de que varios de sus colegas de bancada no la consideran con la suficiente experiencia como para ocupar un lugar tan destacado en la tarea legislativa, sobre todo en las sesiones, como es el la jefatura del bloque.
El bloque Pro se completa con las senadoras María Victoria Huala (La Pampa), Andrea Cristina (Chubut), Guadalupe Tagliaferri (Capital Federal) y Beatriz Avila (Tucumán), todas con alineamientos internos y perfiles ideológicos diferentes.
Así, la porteña Tagliaferri está encolumnada con la corriente que lidera el exjefe de Gobierno y frustrado precandidato presidencial Horacio Rodríguez Larreta y concluye su mandato en diciembre. Es crítica del gobierno de Milei, pero ha encarnado una oposición responsable. Así, su condición de presidenta de la Comisión de Acuerdos no le ha impedido votar en contra del DNU 70/23 ni a favor de la recomposición a os jubilados y del presupuesto universitario, leyes vetadas por la Casa Rosada.
La pampeana Huala, por su parte, se puede considerar macrista, pero lejos está de responder de manera ciega a las órdenes del expresidente. La chubutense Cristina, en tanto, está alineada con el gobernador Ignacio Torres, aunque tiene una visión bastante cercana a las ideas libertarias.
Por último, Avila es, al igual que Juez, una extrapartidaria. Proviene del Partido por la Justicia Social que lidera su esposo y exintendente de San Miguel de Tucumán, Germán Alfaro, quien fue electo como senador en 2021 en la lista de Juntos por el Cambio y que renunció antes de asumir habilitando así, el ingreso de la tucumana a la Cámara alta.
