Un usuario de Facebook de Concordia había publicado el sábado que pescadores hallaron una extraña especie de pez en el río Uruguay, más precisamente en la zona sur de la ciudad.
Según contaba, no sabían de qué clase se trataba y decidieron dejar la extraña criatura dentro de un freezer para su conservación.
Horas después de la publicación, varios medios tomaron la información. En primer lugar, una página de Concordia subió los datos, luego, un diario de Federación publicó el mismo relato pero cambió la ubicación, ya que aseguraban que había sucedido en ese lugar. Tras la publicación del medio federaense, varios diarios de relevancia provincial replicaron el mensaje.
Pasaron las horas y la noticia sigue siendo compartida, pero lo cierto es que ese pez nunca nadó en el río Uruguay. Las imágenes que se difundieron a través de las redes sociales corresponden a un hallazgo sucedido en Canadá, en octubre del 2020.
Según consigna Clarín, Garry Goodyear, un experto en embarcarse en las aguas profundas de la Bahía de Bonavista, frente a la costa de Terranova, en Canadá, fue quien encontró la especie en la profundidad del mar.
El canadiense había pasado el día pescando rodaballo en el norte de la Bahía de Bonavista, frente a la costa de Terranova, cuando la tripulación comenzó a subir la red desde unos 800 metros de profundidad. Al momento de controlar su pesca, Goodyear se asustó por el extraño pez de un metro de largo que atrapó en su red.
“Pensé que era un ornitorrinco, porque tenía un gran hocico”, dijo Goodyear. “Parecía que tenía alas, y su nariz era... casi como de goma. Supongo que era como un cartílago ”, detalló.
Decidió subir la imagen en las redes sociales y allí descubrió que se trataba de una quimera de nariz larga, un raro pez venenoso de aguas profundas que también se conoce como “pez fantasma”. El nombre “quimera” alude a un mítico monstruo griego, una comparación acertada teniendo en cuenta su aspecto espeluznante.
Lo que ocurrió en la profundidad del mar en Canadá, llegó como chiste a Entre Ríos y causó confusión, aunque la Quimera nunca nadó en el río de los pájaros.