Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imagen

Agrandar imagen
El dibujo hecho por Javier Quintana.
El dibujo hecho por Javier Quintana.
El dibujo hecho por Javier Quintana.
Planificación, trabajo en equipo y mucha inspiración. Esas tres puntas tiene el hilo de la historia que acá será contada y que empezó este lunes cuando, a poco más de un día del histórico recital de La Renga en Concordia, en El Entre Ríos se publicó el artículo “Los guiños que La Renga tuvo para Concordia”. Javier Quintana es @javi_locura22 en Instagram. El muralista, ilustrador, técnico electromecánico y “Técnicos en Equipos e Instalaciones Electromecánicas y Ciruja”, como se presenta en redes sociales, es diseñador de “Arte Infernal” y, fundamentalmente, integrante del equipo de escenografía de La Renga que dirige Sergio "Fito" Funes.
Seguidor y obrero
Pero ante todo, es un fanático más. “A pesar de que estoy trabajando ahí adentro, me hago mi tiempito para salir a pintar con mis amigos y amigas ahí a la mañana. Me levanto un rato antes, el día del show, para seguir estando de dónde salí. Siempre me gusta volver ahí”, contó en el inicio de la extensa entrevista.

Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imágen

Javier siempre vuelve a sus orígenes. En el acceso por avenida de los Pueblos Originarios dejó su dibujo. Agrandar imagen
Javier siempre vuelve a sus orígenes. En el acceso por avenida de los Pueblos Originarios dejó su dibujo.
Hasta la gira anterior, denominada “Pesados Vestigios”, el artista “era un seguidor más de la banda. Uno más que lo seguía”, recordó para El Entre Ríos y remarcó que había arrancado fenólicos en Villa Rumipal, Córdoba, en 2015.

Hoy es parte de un equipo de escenografía que dirige “Fito” Funes, “el papá de Arte Infernal, el histórico que acá dirige nuestro grupo”, contó Quintana. Para la presentación de este 20 de mayo en el Campo de los Deportes, se ocupó de dibujar un ícono local que, mapping (técnica mediante la cual se proyectan imágenes gigantes en 3D) de por medio, se proyectó en las dos pantallas montadas a los costados del escenario.
San Carlos y El Principito
“En Concordia tengo dos amigos, me hablaban del lugar, me interiorizaron sobre la historia y lo encaré por ese lado”, reveló en referencia al castillo donde Antoine de Saint Exúpery conoció a las jóvenes Suzanne y Edda Fuch Valon. “Las princesitas argentinas”, entre otras publicaciones que hizo después el escritor y aviador francés, que incluyen varias referencias en el capítulo “Oasis” del libro “Tierra de hombres”, tienen a ese paraíso como inspiración. Incluso sus tierras onduladas lo marcaron para escribir “El Principito”.

“Aparte, para el mapping estaba perfecto. Yo cuando me dijeron Concordia, en mi cabeza, antes de dibujarlo, ya estaba el castillo San Carlos y sabía dónde iban a estar las divisiones para la máscara, es decir los recortes que se hacen en el dibujo para la proyección del vivo”, contó.

Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imágen

El boceto de El Principito que se pintó en el acceso al El Banquete de La Renga. Agrandar imagen
El boceto de El Principito que se pintó en el acceso al El Banquete de La Renga.
Amplió: “Ya sabía dónde iba a estar todo, tenía que hacer nuestra versión de El Principito también así que a la gente le llegó un montón. Se está googleando un montón la historia de El Principito y Concordia”, aseguró.

Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imágen

Las ruinas del castillo con muchas raíces, ramas, árboles, calaveras y huesos como símbolos de igualdad. Agrandar imagen
Las ruinas del castillo con muchas raíces, ramas, árboles, calaveras y huesos como símbolos de igualdad.
Un plus fue lo que pasó en el imponente recital a la vera del río Uruguay. Ese dibujo del castillo, se proyectó justo cuando un concordiense estuvo tocando. “Sí, estuvo Yamil (Salvador) y en el tema “Un tiempo fuera de casa”. Fue una conjunción perfecta y creo que fue el momento más sentido, no sólo para los concordienses sino para todos”, destacó y siguió: “Más los que estábamos interiorizados en la historia del lugar, Yamil y todo ese momento. Fue mágico”.

Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imágen

El dibujo hecho por Javier y la magia del mapping y los músicos, con un concordiense incluido. Agrandar imagen
El dibujo hecho por Javier y la magia del mapping y los músicos, con un concordiense incluido.
-Para los que estamos en Concordia, eufóricos por lo vivido, ¿podés contarnos sobre tu laburo? Hay fotos por todos lados. El público atesora eso. ¿Cómo es el detrás de escena?
-¿Cómo estoy? Recuperándome de semejante trabajo porque fue un trabajo extra. Ahí en el escenario, de pelear contra el tiempo, nuestro peor enemigo a la hora de pintar el piso es el agua, el rocío, la lluvia, la humedad. Tenemos tiempo aunque esta vez fuimos un día antes, viajamos el miércoles ya que por lo general viajamos los jueves nosotros, los del equipo de escenografía con la dirección de Sergio "Fito" Fúnes que es el papá del Arte Infernal, el histórico.
El detrás de todo eso es un montón de trabajo, un montón de bocetos de los que van quedando algunos, otros quedan de lado y yo, en particular, estoy en varias áreas del trabajo gráfico, no sólo de escenografía, sino también con el tema de los gráficos que aparecen en pantalla y el mapping.

- Lo del mapping acá en Concordia, a esta escala, no recordamos haber visto antes. Eso empieza, como lo mostraste tus redes, muy artesanal con lápices, acuarelas, tintas y en el papel.
Sí, es arrancar de lo básico, lápiz, papel y después ir coloreando con acuarelas, rotuladores, remarcar algunas cosas con estilógrafos y de ahí pasan a los compañeros y compañeras que digitalizan. Después, pasa a otro compañero que por ahí lo anima. Es un equipo de trabajo gigante.
Para mí es algo nuevo porque lo que vos me marcabas de los murales de la entrada. En realidad yo arranqué así. La gira anterior de la banda, que fue “Pesados Vestigios”, yo era un seguidor más de la banda. Uno más que lo seguía y arranqué pintando los fenólicos esos en Villa Rumipal, Córdoba, en 2015.

- Evidentemente tus obras no sólo gustaban entre los seguidores sino que llegó al equipo que está detrás de la banda. ¿Cómo sucedió?
- Y sí. Les fue llegando a ellos que son muy atentos a su gente. Ellos están en cada detalle. Esto no pasó por alto porque aparte empecé con una campaña de que tener “el banquete en paz”. Tenía mi bandera, que la llevaba a todos lados, que decía: “Tengamos el banquete en paz”. Yo iba con mi sobrinito y, un par de veces, entramos con algunos disturbios. Por suerte, después parece que el mensaje llegó.

-Una foto que muestra la pantalla al sur del escenario, tiene una silueta de un niño de unos 9 a 10 años, con el torso desnudo y sostenido en los hombros de un adulto. Hay familias.
-Sí, es familia. Los seguidores de La Renga son familias. He visto tres generaciones juntas en un banquete.
“Esto ya es de ustedes”
-Volviendo a tu laburo. ¿Cómo nace esto de darle una vuelta de rosca local, que le dé un sello único, como diciendo: esto es de Concordia y no será de ningún otro recital?
- Eso ya no se va más. Es de ustedes, quedó ahí y queda en la retina y en los registros de video, de gráfica y fotos. Es como que la banda les deja algo, aparte de todo lo que deja en cuanto a lo emocional, al trabajo y su arte.

Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imágen

Agrandar imagen
-¿Por qué asomaron las ruinas del castillo San Carlos?
- Creo que fue la cuarta o quinta vez que voy a Concordia. Gracias a la banda conocí a gente fuera de serie en todo el país. En Concordia tengo dos amigos (Gringo y Tato), me hablaban del lugar, me interiorizaron sobre la historia y lo encaré por ese lado. Aparte, para el mapping estaba perfecto. Yo, cuando me dijeron Concordia, en mi cabeza, antes de dibujarlo, ya estaba el castillo San Carlos y sabía dónde iban a estar las divisiones para la máscara, es decir los recortes que se hacen en el dibujo para la proyección del vivo. Ya sabía dónde iba a estar todo, tenía que hacer nuestra versión de El Principito también así que a la gente le llegó un montón, se está googleando un montón la historia de El Principito y Concordia.
El plus que le puso Yamil Salvador
-Por si fuera poco, quizás escapa a lo que pudiste planear incluso, ese mapping se proyectó cuando en el escenario había un concordiense.
- Estuvo Yamil y en el tema “Un tiempo fuera de casa”. Fue una conjunción perfecta y creo que fue el momento más sentido, no sólo para los concordienses sino para todos. Más los que estábamos interiorizados en la historia del lugar, Yamil y todo ese momento. Fue mágico.

Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imágen

Yamil Salvador junto a Tete Iglesias, en la pantalla que veía el público en Concordia. Agrandar imagen
Yamil Salvador junto a Tete Iglesias, en la pantalla que veía el público en Concordia.
- ¿Sos consciente de que, cuando plasmás un dibujo, una idea, un concepto, sos capaz de causar sensaciones, emociones y dejar recuerdos en las personas?
- Yo no termino de caer en esto, soy un obrero. Antes que artista soy un obrero, a mucho orgullo. Y no termino de caer en eso de llegar a la gente con algo que sale de mi cabeza, la verdad que me emociona. Son momentos donde uno se acuerda de los que no están y le dejaron mucha enseñanzas y por ahí me gustaría que estén acá, compartir tiempo con ellos (dijo con evidente emoción).
Autodidacta que sigue jugando
- ¿Cómo llegaste a esto, cómo aprendiste y fuiste incorporando herramientas?
- Soy autodidacta. La poca técnica que tengo se la debo y agradezco a mis profesores de plástica de Primaria, Secundaria. Después, soy Técnico Electromecánico y me sirvió de mucho. Hice un marco gigante para el mapping que no estaba en la gira y lo hicimos ahora en Concordia. Fue una idea loca de Gabriel Goncalvez, el manager. Yo le dije: lo puedo hacer.
En casa no sobraba la plata, faltaba muchas veces, y fui de una niñez con pocos juguetes así que me escapaba de mi vieja y me iba al campito a juntar cositas, porque había una quema cerca en un basural. Yo decía que juntaba cositas que era con lo que armaba mis juguetes, mis naves, robots y camiones.
Entonces, estar ahora armando esto, armar el plano porque lo hice íntegro, coordinar mi equipo de trabajo con Pedrito, que me ayudó con la herrería y yo hice la carpintería e hicimos los ajustes y con Rocío, mi compañera de escenografía con la que pintamos, todo en tiempo récord. No existe hacer un trabajo de esta magnitud en el tiempo que lo hacemos.
- ¿De algún modo sos aquel niño, con cositas mejores que entonces, pero que seguís jugando y dándole forma a lo que tenés?
- Sí, sigo jugando y lo disfruto un montón. Me corro un poquito del tiempo pero lo disfruto un montón. También tengo que remarcar lo de los chicos locales que me ayudaron. Me tocaron ayudantes para el armado, que justo dos eran pintores, que vino re bien para todo el fondeo de la madera, mientras yo hacía los ajustes, y otro que me ayudaba a mí que tenía conocimiento de carpintería. Se alinearon los planetas, El Principito anduvo haciendo magia por ahí y las cosas se dieron porque esta gente sabía y tenía mucha voluntad para sacar adelante esto.

Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imágen

Agrandar imagen
- Impresionante. ¿En este proceso, los músicos se ocupan, meten bocadillo y dejan todo en sus manos?
- Se presentan los bocetos a ellos, que eligen. Hay un consenso entre todo el equipo. Ellos van definiendo porque, en definitiva, son las letras las que hablan en la gráfica. La gráfica tiene que hablar sobre las letras y los que las letras reflejan.
Fuente: El Entre Ríos.

Enviá tu comentario