A las palabras le puso especial énfasis, tal como hizo el Gobierno al hacer una conferencia encabezada por el gobernador para hablar de cómo se trabaja para que no avance la circulación del coronavirus en el territorio entrerriano. El desafío, entonces, lo tiene el Estado pero también cada uno de los ciudadanos.
“Apelamos a la conciencia de los docentes y fundamentalmente de las familias para garantizar esta tarea pedagógica en las casas, de los niños y adolescentes”, enfatizó el hombre que conduce el área de Educación de la Provincia. Entonces, ¿qué hacen las escuelas? Aquí el caso del Colegio Capuchinos Concordia.
La experiencia en Capuchinos
La escuela de nivel secundario empezó este 2020 con el desafío de sistematizar los espacios de formación virtual y coincidir todos en un mismo entorno, para el acceso de la totalidad de los integrantes de la comunidad educativa. Sin proponérselo, estaban implementando una herramienta a la que hoy recurren ante la eventualidad de la suspensión de clases.“Se trata de una adaptación que sabemos que llevará tiempo completar, por ello la hemos proyectado en etapas, con objetivos a mediano plazo que vamos concretando. Para muchos es difícil abandonar el concepto de clase presencial y esforzarnos por concebir una estructura de clase que no tenga a un docente frente a un grupo”, explicó el profesor Andrés Moulins, rector. “Pero los tiempos nos demuestran que es preciso incursionar en nuevos formatos, diversificar las propuestas y animarnos a explorar nuevos escenarios”, mencionó luego.
Los primeros pasos, con alto porcentaje en línea
El ciberespacio es insondable “y su potencial para favorecer nuestra tarea, increíble. Como educadores somos muy optimistas”, destacó en comunicación con El Entre Ríos. Y ofreció un dato contundente: este lunes, primer día de ‘no-presencialidad’ (en términos de las autoridades provinciales) “teníamos a la tarde un 97.6% del alumnado en línea, interactuando con docentes”. “Nos alegra, en la adversidad, ver cómo las familias están junto a sus hijos acompañándolos a encarar los desafíos que se plantean on-line”, resaltó junto al profesor Nicolás Sampieri, vicerrector. Ambos destacaron que el equipo directivo está monitoreando intensivamente la labor de los docentes y la participación de los estudiantes, al tiempo que se comunica con familias, resuelve dudas y chequea el tráfico de la plataforma.
¿Qué se les ofrece a los alumnos?
“Las propuestas de trabajo que vemos en el entorno son diversas y sugestivas: lo que no se negocia es el tiempo necesario para encarar las clases en el hogar”, aclaró desde la escuela secundaria con más de 110 años de historia. Observación de videos y comentarios, resolución de trivias, cuestionarios, búsqueda de información, informes de lectura, redacción de textos, cotejo de fuentes, experimentos, exploración de páginas especializadas, entre muchas otras ideas son las que circulan en las más de 200 aulas virtuales creadas y activas en el colegio.
Los estudiantes pueden acceder desde sus teléfonos inteligentes o computadoras personales para seguir las propuestas de trabajo de cada curso.
Aclaró, ante la consulta sobre qué balance realizan hasta aquí, que “es temprano para hacer una evaluación del rendimiento y funcionalidad de este canal y nueva lógica en las clases, pero a priori estamos muy satisfechos porque vemos que el trabajo intelectual de nuestros estudiantes y docentes no se toma descanso. No hay excusas: el acceso a internet es la única condición, que no es barrera pues está extendida entre todos nuestro alumnado”.
“Descansa en nosotros la responsabilidad de usar bien y productivamente la tecnología y no caer en falsas premisas que la ven como la responsable del fin de la lectura o de la desaparición de los libros”, reflexionó y citó que, como declara la UNESCO, “en la era de los teléfonos inteligentes se lee tanto o más que antes, solo que en lapsos más cortos e interrumpidos. Tenemos que aprovechar que la lectura está y hacerla valer”.
Los dos directivos concluyeron: “es deseo del colegio que estos días de estancia obligada en el hogar sirvan para que nos abramos a otras formas de acceder al conocimiento, que despertemos la curiosidad y crezcamos”.