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En horas de la noche del lunes, la Policía de Entre Ríos allanó el supermercado La Peruana y una oficina que funciona en un edificio de calle Urquiza 1119 de Paraná, tras las denuncias radicadas en la Fiscalía a cargo de Santiago Alfieri por estafas.

Aparentemente, muchas personas invirtieron sus ahorros en dólares y pesos y obtenían retornos mensuales a tasas elevadas. Sin embargo, en las últimas semanas no pudieron cobrar ni el interés ni retirar el capital. Comenzaron los reclamos, hubo episodios de violencia y uno de los involucrados se dio a la fuga: se habla de un desvío de varios millones de dólares.

Los principales involucrados son quienes hace poco más de dos años compraron el supermercado en la capital provincial: Matías Andrés Santa María, quien presuntamente ponía el nombre a la mesa de dinero y antes tenía un kiosco; Cristian Javier Vital, proveniente de una familia del rubro de la carne; y el contador Andrés Gamarci.

Desde hace varios años, manejaban la “financiera” que funcionó en el primer piso del edificio del Flamingo (San Martín y Urquiza) y hace unos meses se mudaron al piso 13 del edificio perteneciente a la familia Etchevehere. Esta empresa recibía dinero de muchas personas de Paraná, montos elevados, ahorros de muchos años o de toda la vida y hasta herencias enteras, tanto en pesos como en dólares. Pagaban tasas de retorno superiores a las del mercado negro (en general 2,5% en dólares, 11% en pesos). Firmaban contratos de mutuo y entregaban un pagaré.

Durante un buen tiempo el sistema habría funcionado, pero hace unos meses las cosas se complicaron: proponían plazos más largos de intangibilidad del dinero y tasas inferiores. Muchos quisieron empezar a sacar el total de lo que habían invertido y la plata no estaba. Así comenzaron las indignaciones, los insultos, los aprietes, las amenazas, alguna que otra golpiza y las denuncias que se vienen acumulando en tribunales de la provincia y posiblemente también en la Justicia Federal.

Hay algunos elementos para hablar de una presunta estafa piramidal o esquema Ponzi, aunque no se descarta nada.

Santa María hace un par de meses que se fue de Paraná. Se retiró con su familia entera y nadie sabe dónde está: dicen Buenos Aires, Uruguay o México. Gamarci la está pasando mal porque sus conocidos que perdieron la plata lo amenazan. A su hermano Julio Gamarci (referente y campeón del mundo en softbol, abogado y exsubsecretario de Deportes de la intendencia de Adán Bahl) también recibe reclamos porque asesoraba legalmente la financiera.

Cuando la Policía llegó a La Peruana, se presentó en seguida Gamarci y entregó su celular. Luego, se dirigieron a la oficina de calle Urquiza, donde les abrió la puerta a los efectivos de Delitos Económicos que secuestraron documentación.
Fuente: Análisis - José Amado

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