Renzo Olivo, el niño de la localidad entrerriana de Colonia Avellaneda que quiere ver, viajó a China por segunda vez para realizar un tratamiento con células madre. Este jueves, le realizaron el primer implante de esta etapa.
Luego de la primera parte de su tratamiento en marzo, el pequeño hizo sus ejercicios de estimulación, por lo que los médicos chinos resaltaron los avances. Su mamá relató en este sentido que "tuvimos la primera reunión con el doctor Like Wu. Nos dijo que el crecimiento de Renzo fue de siete centímetros de estatura en seis meses. Eso es más de lo normal".
El médico explicó que su notorio avance se debió "al desarrollo de las células madres mesenquimales que le implantaron por vía venosa, ya que al ser prematuro era más chiquito que los niños que nacen a término".
Esta madrugada, su mamá contó que había finalizado el primer implante de esta etapa y que “tiene que permanecer acostado por tres horas para que las células madres hagan su recorrido. Para eso le tuvimos que dar unas gotitas para dormir".
“Este segundo implante va apuntado a engrosar la retina y mejorar el retraso del desarrollo cognitivo, ya que Renzo tuvo un sangrado en el cerebro al nacer y quedó con una cicatriz, lo cual dificulta el aprendizaje y por su baja visión es más complicado", detalló el médico Like Wu.