“Hicimos un viaje cuando podríamos haberlo hablado por teléfono”, exclamó el dirigente a su vuelta de Buenos Aires, donde “no hubo acuerdo” para destrabar el conflicto.
“Es muy poca su preocupación por los despidos, esa es la realidad, lo tengo que decir, no voy a andar engañando”, se sinceró. “Seguramente ellos están queriendo torcer el brazo del trabajador y yo les dije con la mano en el corazón: ‘Mirame cuando te hablo, está mal la gente de Concepción Uruguay, está sufriendo’”, reprodujo.
Seguidamente, Klener actualizó que “los chicos que ahora están con la conciliación, ya saben que están despedidos y van a trabajar a la planta con desánimo total. Perdonen la expresión porque no quiero herir susceptibilidades, pero adentro es un velorio, la están pasando mal, porque sus compañeros están afuera, sus parientes están afuera, sus hermanos, sus hijos, y saben que hay 400 más y que va a salir alguno de ellos”.
“Están trabajando mal y con persecución, porque los obligan, los apuran, como decimos en la jerga nuestra, porque no dan las manos. Entonces ya hay un rechazo, mucho malestar adentro, y encima vienen y nos dicen que van a bajar el sueldo, es una locura total”, expresó el sindicalista.
Al ser consultado acerca de la preocupación del intendente José Eduardo Lauritto por la situación que atraviesa la Granja de Tres Arroyos, respondió: “Ya hemos tenido varias reuniones con él, recién me estaba comunicando telefónicamente como habíamos quedado, y sí, está muy preocupado”.
