Se trata de espacios de aprendizajes donde se ofrecen talleres de alfabetización, alfabetización digital, oficios y formación para adultos.
Los capitanes de esta aventura son tres jóvenes que el año pasado decidieron unir sus proyectos: Franco Bollini, quien encabezaba la fundación “Ángeles callejeros”; Florencia Martínez y Felicitas Silva, ambas de la asociación “Toda una vida”. La fusión les permitió “juntar fuerzas” para enfrentar desafíos educativos y sociales de magnitud y tuvo como resultado “algo nuevo y distinto”. Quien nos cuenta la historia para El Entre Ríos es Felicitas (28), docente de nivel primario, especializada en Alfabetización Inicial, diplomada en Neuropedagogía e Inclusión y capacitada en Coaching Educativo. La única de los tres que no es concordiense.
“Soy de Villa de Mayo, provincia de Buenos Aires. Vengo de una familia donde mis viejos me dieron todo. Una familia con mucho cuidado, amor, oportunidades económicas y laborales”, describe. Pero su paso por la escuela no tuvo el brillo que hubiese deseado. “Me costó mucho el aprendizaje de la lectura y la escritura, y siempre lo viví como algo que me dolía”.
Sin un diagnóstico, a veces con apoyo y otras no tanto, terminó la escuela y era momento de definir su futuro.
“Estudié dos años de Trabajo Social y después me di cuenta que el camino era la educación. Abrir puertas antes de caer en los problemas sociales”. Entonces, empezó el Profesorado de Enseñanza Primaria y fue allí donde supo que tenía dislexia, “una dificultad en el procesamiento de la lectura y la escritura”, como ella misma define.
“Más del 30% de los chicos tiene dificultad en el aprendizaje. Algunos puede ser por el lado de la lectoescritura y otros de la matemática, como la discalculia, relacionada al campo aritmético y el razonamiento matemático”, aporta como dato.
“Hay una corriente de la educación que parte de no ‘etiquetar’. Lo que pasa es que cuando uno pone nombre a lo que le pasa, se lo puede ayudar”, dice metiéndose en uno de los debates pedagógicos de los últimos años.
Una vez recibida, “empecé a trabajar en contextos de vulnerabilidad y me di cuenta de que había chicos a los que les costaba aprender a leer y escribir, pero no siempre por dificultad en el aprendizaje, sino que había otros factores. Ahí empezó mi recorrido”.
La vida la cruzó con Florencia “empezamos a acompañar un camino escolar y había que estar acá, porque la necesidad era tan grande que a distancia era muy difícil”. Consiguió trabajo en un colegio de Concordia y se mudó en 2020.
“Nos venía interpelando esto de que Concordia es la segunda ciudad más pobre del país, pese a tener tanta riqueza en algunas cosas. Encontramos que la necesidad era mucha y sentimos que debíamos estar”.
Datos de “un fenómeno multicausal”
“En Volando alto buscamos brindar oportunidades a estos chicos que hoy van a la escuela, pero tienen aprendizajes muy poco desarrollados”, dice la joven maestra. “Cuando entramos en el círculo de la pobreza encontramos desnutrición y otros factores, pero esto es algo que nos interpela a nivel nacional y en todos los rangos sociales”.De acuerdo al diagnostico de situación que realizaron desde la ONG, “Argentina atraviesa actualmente una compleja situación en el ámbito educativo, la cual se manifiesta como un fenómeno de naturaleza multicausal. Esta problemática se ha agravado progresivamente a lo largo del tiempo. En consonancia con nuestra observación y experiencia, resulta evidente que Concordia no es ajena a esta preocupante realidad educativa”. Y aportan los siguientes datos:
-En el país 1 de cada 2 niños de 3° grado no entienden lo que leen, según el Estudio Regional Comparativo y Explicativo de UNESCO (año 2019).
-En Entre Ríos 10 de cada 100 alumnos de la cohorte 2011-2022 terminaron el secundario en tiempo y forma, dato aportado por el Observatorio de Argentinos por la Educación.
-El 69,2% de la población infantil enfrenta condiciones de pobreza, según cifras proporcionadas por el Instituto Nacional de Estadística y Censo.
-Un aspecto adicional preocupante, es que más del 90% de las madres de los niños que asisten a los centros no han concluido el nivel primario.
Programas
Volando alto brinda los siguientes programas:Alfabetización de la lecto-escritura y matemáticas: aborda de manera conjunta los componentes socioemocionales, lingüísticos, matemáticos y cognitivos del desarrollo infantil.
Alfabetización digital: para disminuir la brecha digital y fortalecer competencias de lectura, escritura y matemáticas, implementan el uso de plataformas educativas digitales como Leo Leo, Matific y Ticmas.
Crecimiento integral: incorporan de manera holística las áreas educación emocional, educación sexual integral, arte, y alimentación saludable y cocina.
Escuela para madres: la gran mayoría de madres dedican su tiempo al cuidado de sus hijos y del hogar. Este programa ofrece herramientas y recursos prácticos para empoderarlas, fortaleciendo sus habilidades.
Inglés: el aprendizaje del inglés durante la infancia estimula el desarrollo neuronal y cognitivo, preparándolos además para un futuro académico y profesional más exitoso.
Escuela Finnegans: tiene como objetivo impulsar la vida de los alumnos que están a punto de completar su educación secundaria y aquellos que ya han finalizado su proceso de escolaridad. Se desarrolla en seis áreas fundamentales: Prácticas del Lenguaje, Matemáticas, Pensamiento Lógico, Aprendizaje basado en proyectos, Habilidades Digitales y Habilidades para el Futuro Profesional.
En búsqueda de más becas
La asociación cuenta con dos Centros de Desarrollo de Oportunidades, La Rioja 3614 (La Bianca) y Los Tulipanes 1537 (Benito Legeren), y el sueño de expandir su oferta llegando a más chicos y con mayor cantidad de ofertas en contraturno escolar “para que cuando no estén en la escuela, estén en un lugar seguro”.“Hasta que en los barrios nos conocen, nosotros vamos a los chicos. Caminamos el barrio contando nuestra propuesta. Después se dan cuenta de que hay mucho a través del juego, el amor y la contención”, cuenta una de las cofundadoras.
“Somos muy claros con la familia: le ponemos muchísimo corazón y hacemos lo posible para conseguir lo que necesitan. La gente nos dona útiles, que es lo que nosotros pedimos. Si nos donan ropa, hacemos una feria para que vengan a buscar lo que necesitan”, responde ante la inquietud de cómo hacen para cubrir las necesidades materiales.
“Pedimos a empresas y particulares que nos acompañen becando a los chicos. Por cada uno el costo es de 15 mil pesos mensuales. En este presupuesto cuentan “la leche que toman tres veces por semana, los útiles y el cuadernillo con las tareas”. También reciben acompañamiento pedagógico-emocional que por ahora es voluntario, pero tiene un gasto de traslado.
El miércoles pasado, integrantes de la ONG fueron recibidos por el intendente de la ciudad, Francisco Azcué. En tanto, de los 180 chicos que concurren a los centros, tienen cubiertas las becas de solo 30.
CUENTAS BANCARIAS VOLANDO ALTO ONG:
Titular: Asociación Civil Ángeles Callejeros.
CUIT: 30-71762110-3
BANCO BBVA
NUMERO DE CUENTA: 068-323503/2
CBU: 0170068820000032350328
ALIAS: volandoalto.ong.bbva
MERCADO PAGO
CVU: 0000003100168439692387
ALIAS: volandoalto.ong