El hecho de sangre ocurrió alrededor de las 14 en una vivienda de Pedro Londero, entre Churruarín y Francia, lugar que se conoce como barrio El Trébol, aunque otros señalan que esas cuadras serían de "Villa Corpiño". Se trata de una zona algo descampada con casas repartidas a un costado de la calle de tierra. Una serie de detonaciones de un arma de grueso calibre alarmó a los vecinos que reposaban durante la siesta. Luego, algunos que se asomaron vieron salir a dos jóvenes por el frente de esa casa y a otro, con un arma en la mano, por el fondo.
Por ahora, el fallecido no fue identificado ya que no tenía DNI consigo ni se ha presentado un familiar a reconocerlo.
En ese domicilio, el hombre muerto residía desde hacía unos dos meses. Para entender un poco la historia vale remontarse más atrás en el tiempo.
Según los datos recabados hasta el momento por los investigadores, esa casa pertenecería a una señora que vive a unos 50 metros. El hijo de esta mujer se fue a vivir allí con su novia. Esta chica lo denunció por violencia y la Justicia excluyó de ese domicilio al muchacho. Luego, la joven se puso en pareja con otro novio y se radicó allí. Pero hace un par de meses se fue a vivir a otro lado. En ese momento entró a ocupar esa casa el hombre que encontró la muerte a balazos este domingo. Lo que no está claro es si la joven le prestó o le subalquiló la casa.
Alrededor de las 13 de este domingo, esta chica y el hombre supuesto subinquilino tuvieron una discusión fuerte que se salió de los carriles. Por lo que escucharon testigos y por lo que se observó dentro de la finca, se tiraron con todo lo que había adentro. La chica se fue, pero le prometió venganza. “Ya vas a ver”.
Una hora después irrumpieron tres personas: uno de estos jóvenes tenía una pistola con la que efectuó varios disparos contra el ocupante de la casa. El hombre resultó herido adentro, pero pudo correr hacia afuera. Trepó el alambrado que separa con el terreno lindero y mientras bajaba hacia lo del vecino el atacante lo alcanzó y lo remató con otros balazos más.
La División Homicidios junto al fiscal Laureano Dato comenzaron la investigación. Por los datos aportados con tirabuzón por testigos, inicialmente demoraron a un joven de 24 años, le practicaron el dermotest y lo trasladaron para la correcta identificación. En ese momento surgieron nuevos indicios que complicaron su situación y pasó a ser detenido. Es amigo o allegado a la joven que había peleado antes con el asesinado.
El personal de la Policía Científica levantó 10 vainas servidas, y el arma no fue localizada. Mientras tanto, continúa la pesquisa en las primeras horas tras el crimen, en busca de más evidencias y testimonios, así como tratando de identificar a la víctima. Se encargó la autopsia a los médicos forenses, donde tomarán las huellas de las que saldrá su nombre y apellido.