El estudio fue desarrollado de WIN Americas y Voices! La encuesta se realizó en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú, Ecuador, Paraguay, México y también en Estados Unidos y Canadá. Las preguntas indagaron en cuestiones relacionadas con la forma en que la ciudadanía se informa, las fuentes de noticias más utilizadas para obtener información precisa, así como la confianza en las mismas; y distintos temas vinculados con la desinformación y su amenaza para la democracia.
Desinformación y elecciones
Algunos de los datos recogidos demuestran que para los latinoamericanos, la desinformación es una amenaza para la democracia. Así lo confirmaron 8 de cada 10 consultados (80% en LATAM y 76% en Argentina). Además, en vísperas de varios procesos electorales, un 77% en LATAM y 76% en Argentina dicen que la desinformación debilita el proceso electoral. Asimismo, 7 de cada 10 señaló que la desinformación viola los derechos humanos y aumenta la polarización en la política. Lejos de tratarse de un fenómeno excepcional, otro dato que reveló el estudio es que la mitad de los encuestados latinoamericanos señala que se encuentran con noticias o información falsa todos los días o casi todos los días. Específicamente, 5 de cada 10 señala que se encuentra todos los días o casi todos los días con noticias o información que cree que tergiversan la realidad o son falsas. Y 3 de cada 10 señala que se encuentra con información falsa al menos una vez por semana.Una región dispar
Dependiendo del país, las cifras fueron variando en cuanto a la cantidad de desinformación que reciben en los entornos digitales. El 60% de los brasileños y el 58% de los ecuatorianos considera que todos o casi todos los días se encuentran con noticias falsas. Después, aparecen los colombianos, los chilenos y los argentinos con cifras cercanas al 50% (51% en Argentina). En cambio, los países de la región que menos identifican fake news en el día a día son Paraguay (38%), Perú (39%) y México (43%). Igualmente, las cifras son en todos los casos muy significativas, y dejan en evidencia que la desinformación es un fenómeno muy presente entre los latinoamericanos.Como resume Constanza Cilley, Directora Ejecutiva de Voices! “La desinformación es un fenómeno cada vez más presente en la vida cotidiana de los latinoamericanos. La mayoría de los encuestados lo considera un problema para su país, y además cree que genera efectos negativos en distintos aspectos de la vida, por ejemplo en la democracia, los derechos humanos y el proceso electoral”.
Verificar las noticias
Un dato significativo que va en línea con otros estudios que avanzan en el mismo sentido confirma que si bien muchos ciudadanos perciben que la desinformación se cuela en sus dietas informativas, un sector importante asegura no saber cómo detectar si un contenido es falso o no. Un 26% de los encuestados aseguró que no sabían cómo detectarlas. Los peruanos son quienes menos confiados se sienten a la hora de reconocer fake news, con un 40% que señala sentirse “no muy confiado / nada seguro”. Luego aparecen los colombianos con un 35%, los ecuatorianos (27%), paraguayos (25%), argentinos (24%), chilenos y mexicanos (23%). Brasil con un 14% de encuestados que declaran no sentirse seguros de poder reconocer noticias que tergiversan la realidad representan el país con menos problemas frente a la desinformación.Pero más allá de la percepción, los mismos encuestados admiten que no siguen un método para verificar los contenidos que sospechan como falsos. La mayoría no consulta otras plataformas de información para contrastar esa información. El resultado del estudio demostró que un 55% de latinoamericanos declara que no suele consultar otros medios de comunicación para verificar si las noticias o la información que está leyendo son verdaderas y precisas. En Ecuador, esta cifra es del 76% y en Brasil baja al 38%. En Argentina es del 57%.
Hacia una alfabetización informacional
Cada vez más estudios confirman que la alfabetización informacional es una estrategia efectiva para contrarrestar los efectos de la desinformación. Desde casos de éxito como Finlandia (donde la formación se inicia desde el Jardín de Infantes) hasta Guatemala (donde jóvenes y poblaciones indígenas aparecen muy vulnerables frente a la desinformación), el abanico ha mostrado resultados muy interesantes cuando se ponen en marcha programas que entrenen a los ciudadanos para la detección de desinformación.En ese sentido, el equipo de Proyecto Desconfío que tiene su sede en Entre Ríos formará parte de un programa muy interesante para formar a líderes barriales de Guatemala en técnicas y herramientas para combatir la desinformación electoral en ese país. La iniciativa se desarrolla en alianza con Red Ciudadana de Guatemala, y aspira a formar a más de 100 referentes de distintas ciudades del país centroamericano para que ayuden a sus vecinos a mitigar los efectos de la desinformación electoral.
Estas tácticas para confundir a electores y ciudadanos también serán parte del escenario que se avecina en Argentina con elecciones locales, provinciales y nacionales donde los ataques a los candidatos con información falsa o la siembra de miedos y abismos frente a las ideas de algún sector político ya forman parte del paisaje digital que nutre de información a los ciudadanos.
*La nota se elaboró con la colaboración de Katherin Pascuet.