Los planes de estabilización por definición deben ser temporales, una vez estabilizada la macroeconomía debe promoverse o continuarse con reformas estructurales que contribuyan a dotar de competitividad, dinamismo y crecimiento sostenible a la economía nacional.
¿Qué principales problemas heredaron ambos mandatarios?
Déficit: ambos recibieron importantes déficits financieros cubiertos con emisión monetaria.
Atraso Tarifario: tarifas de energía subsidiadas, cuyo sostenimiento aumentaba el sobre gasto del gobierno y la emisión monetaria para financiarlo.
Reservas exiguas: en 2015, último año de la presidencia de Cristina Fernández, las reservas brutas quedaron en 25.563 millones de dólares.
Cuando asumió Javier Milei las mismas apenas sumaban 21.200 millones de dólares.
Pasivos remunerados del Banco Central: Elevada deuda en Notas, Letras y Pases Pasivos que deterioraban la posición patrimonial de la entidad y le generaban intereses que exigían emisión para su pago.
Inflación: En el año 2015 ascendió a 27,8%. En 2023 cerró en 211,4%
Cepo: Conjunto de restricciones en el mercado de cambios.
La lista anterior no es taxativa, pero menciona importantes problemas que imponían la necesidad de un duro plan de estabilización. Las estrategias adoptadas tuvieron sus peculiaridades, veamos:
Estrategia de estabilización Macri
Shock cambiario: Las restricciones cambiarias se levantaron inmediatamente sin grandes sobresaltos. A pesar de ello hubo detractores que consideran que la medida terminó generando una suba en el nivel de precios que condicionó las metas de inflación fijadas por el Banco Central.Gradualismo fiscal y monetario: Se intentó recortar el déficit mediante eliminación de gasto, principalmente recortando subsidios a tarifas y transporte. Sin embargo, el aumento de ciertas partidas de gasto social sumadas a los intereses que generaba el financiamiento de este camino gradual, superó el ahorro obtenido por los recortes mencionados, lo que derivó en aumento del déficit financiero en lugar de su disminución.
Por el lado monetario el Banco Central buscaba esterilizar (absorber) los pesos emitidos para cubrir el déficit mediante la emisión de Letras. Lo cual generó el famoso “monstruo de las Lebacs” (posteriormente transformadas en Leliqs). La emisión de estas tenía por objetivo absorber tantos pesos como sea necesario para poder cumplir las metas de inflación.
La descoordinación entre un (fallido) gradualismo fiscal y las ambiciones del Banco Central por acercarse a las metas de inflación fijadas, contribuyeron a la crisis cambiaria de 2018 al incrementar fuertemente el stock de las mentadas Lebacs. Respecto de las causas de la crisis, su análisis excede esta nota, pero no debe omitirse como detonantes el establecimiento de un inoportuno impuesto la renta financiera propuesto por Sergio Massa y la intromisión de Marcos Peña en diciembre de 2017 al anunciar, como si fuese el mismo presidente del Banco Central, un cambio en las metas de inflación. Esa torpeza llevó a la percepción de una falta de independencia de la entidad monetaria. Afortunadamente el presidente Milei no tiene su Marcos Peña.
Los esfuerzos posteriores del gobierno de Cambiemos no fueron suficientes. En el año 2019 volvió el cepo, las retenciones más una caída del PBI que le costó la reelección.
Estrategia de estabilización Milei
Shock Fiscal (fase 1): Lograr el superávit fiscal a toda costa para evitar una hiperinflación. Aquí hubo un shock como pocas veces se haya visto, logrando no solo superávit fiscal, sino también financiero (el correspondiente al considerar el pago de intereses). Se logró discontinuar así con la emisión monetaria para financiamiento del Tesoro.Shock Monetario (fase 2): liquidado el déficit fiscal, en esta nueva fase se busca esterilizar los pesos emitidos en la compra de dólares en el Mercado Único y Libre de Cambios (MULC) vendiendo divisas en el mercado bursátil y contener así las cotizaciones MEP y CCL. Hasta el momento, y a pesar de las críticas de quienes son contrarios a la intervención oficial en el mercado cambiario, la brecha cambiaria se ha reducido notablemente con tal maniobra.
Por el lado de los pasivos remunerados del Banco Central, se migra esa deuda al Tesoro Nacional, para que este último sea el deudor de los bancos y no la entidad monetaria. ¿Qué tiene esto de distinto? Pues que el Tesoro deberá cancelar estos pasivos con superávit y no con emisión.
Gradualismo cambiario: La cautela para la eliminación de las restricciones es criticada por varios economistas, ya que la continuación del cepo dificulta la recuperación económica al desalentar la inversión. El gobierno objeta que, para evitar una crisis inflacionaria, prefiere continuar con el saneamiento del balance del Banco Central, así como esperar los resultados del blanqueo entre otros factores que contribuirían al aumento en la oferta de divisas. También se pretende una ambiciosa convergencia entre tasas de interés, tasa inflacionaria y ritmo devaluatorio del dólar oficial. Por el lado fiscal se busca que el futuro retiro del impuesto PAIS pueda ser compensado con la restitución del impuesto a las ganancias. ¿Sobre prudencia o pragmatismo? Las opiniones están divididas.
La estrategia llevada a cabo por Mauricio Macri no generó los resultados buscados, y luce tibia al lado de la audacia fiscal y monetaria del actual gobierno.
El escritor Maquiavelo aconsejaba hacer el mal de golpe y el bien en cuotas. Si consideramos “el mal” como el ajuste fiscal y monetario, entonces Milei entendió el consejo del famoso pensador italiano, y está dispuesto a que se erosione su popularidad ahora para que pueda resurgir cuando las mejoras en actividad, empleo y poder adquisitivo comiencen a manifestarse de manera generalizada. El tiempo dirá si la estrategia fue la adecuada.