¿Me permite mi trabajo tomarme un descanso? ¿Podrán hacer las cosas bien sin mi presencia, hay temas que solo yo conozco y sí se necesitan? ¡Son algunos de los motivos por los cuales lo que debería ser un tiempo de descanso y relajación se convierte en un periodo de estrés, el deseado ocio que genera estrés!!
El estrés es la reacción que tiene nuestro organismo ante las exigencias internas o externas del medio en que vivimos. Necesitamos un cierto nivel pues es la energía que nos permite movernos y además realizar las tareas o actividades de las cuales somos responsables. Cuando ese nivel se excede y no se puede controlar, las consecuencias son nocivas para la salud; enfermedades como la hipertensión, gastritis, cardiacas, cerebrovasculares, dolores musculares suelen ser algunas de ellas.
Personalmente en dos períodos de mi desarrollo profesional sufrí algunas de esas consecuencias, afectando no solo mi salud, sino que también afectó mi relación en la familia. Mis motivaciones eran seguir creciendo en la estructura jerárquica de la multinacional en la que trabajaba. A veces ignoramos que trabajar en diferentes países, viajar en una clase superior en los aviones, esperar la salida de los vuelos en las salas VIP, pernoctar en hoteles 5 estrellas, comer en los restaurantes más renombrados, disfrutar de un chofer permanente y tantos otros “placeres y beneficios” similares es a cambio de no disponer de nuestro tiempo y de nuestra libertad.
Los síntomas de ansiedad, depresión, neurosis, alcohol y en muchos casos drogas son con frecuencia consecuencia de un estrés exacerbado. En casos extremos se llega a sufrir una nueva enfermedad llamada Burnout, en español síndrome de agotamiento extremo o “estar quemado”.
El ocio se refiere a aquellas actividades u ocupaciones que decidimos hacer sin estar obligados a realizarlas; incluye también no hacer nada. El ocio suele ser sinónimo de vacaciones cuando aprendemos a utilizar este tiempo desconectándonos de aquello que nos genera tensión.
“NO CONSIDERO LIBRE A QUIEN NO TIENE ALGUNAS VECES SUS RATOS DE OCIO”
(Marco Cicerón - 106 -43 A.C)
Dicen que el trabajo es salud… La palabra trabajo viene de “tripalium”, un instrumento de tortura utilizado para castigar y obligar a los esclavos a trabajar.
El equilibrio entre trabajo y ocio es propio de cada individuo. A través del trabajo construimos nuestra identidad, nos dignifica, nos permite parcial o totalmente satisfacer la escala de necesidades de la pirámide de Abraham Maslow; incluso en algunos casos nos autorrealizamos a través de nuestro trabajo.
Una situación laboral que nos puede generar estrés “in extremis” es cuando asumimos una responsabilidad que nos excede en nuestras capacidades. El canadiense Laurence Peter en el año 1969 publicó su Principio en el cual formulaba que las personas que realizan bien sus tareas se las promociona a posiciones de mayor responsabilidad y jerarquía hasta alcanzar su máximo nivel de incompetencia, en el cual ya no pueden siquiera gestionar y definir objetivos acordes a sus responsabilidades. Cuando esto ocurre la insalubridad laboral es incontenible y, si no se acciona en tiempo y forma, las consecuencias son el llamado BURNOUT.
Como referencia anterior a una situación similar, en la década de 1910 Ortega y Gasset formulaba lo siguiente:
“Todos los empleados públicos deberían descender a su grado inmediato inferior, porque han sido ascendidos hasta volverse incompetentes”.
Aunque siempre hay excepciones, cualquier comparación con la actualidad es válida.
Finalmente, deseo compartir las distintas situaciones y factores desde lo laboral que permitan o no encontrar el ansiado equilibrio entre TRABAJO - OCIO - FAMILIA – RECREACIÓN – HOBBY.
Tipo de responsabilidad: no es la misma demanda si se trabaja en el sector de servicios al cliente que en un área de producción o de administración. Si además consideramos el impacto de las nuevas tecnologías que afectan las 24 hs. por 365 días, sobremanera en el servicio postventa, se hace necesario la formación de equipos de trabajo que se reemplacen o cubran las demandas en las ausencias de alguno de sus integrantes.
Recursos e infraestructura: si no se disponen de los recursos humanos, tecnológicos y materiales será muy complicado desconectarse de las tensiones laborales y disfrutar del tiempo libre (Siempre que se trate de personas responsables).
Metodología de trabajo: la metodología de trabajo es clave para aprovechar el tiempo efectivamente. Es necesario saber delegar, distinguir lo que es importante o urgente de lo que no lo es. Los inputs son infinitos, mails, mensajes, WhatsApp, llamadas telefónicas, todos requieren de una sistematización y disciplina para su delegación. ¿Qué debo solucionar yo mismo? Es una pregunta irrenunciable.
El Jefe: en una columna anterior me referí a la importancia del primer jefe en nuestro desarrollo profesional, si nos toca un jefe desordenado, estresado, si alcanzó el antes mencionado Principio de Peter será muy difícil disfrutar del tiempo de ocio que necesitamos para nuestra salud. Seguramente solicitará mantener el teléfono abierto, no respetará horarios, pedirá a último momento información innecesaria, siempre tendrá una excusa para contactarse.
En esta situación sugiero reflexionar seriamente si vale la pena la continuidad laboral; la salud es un bien no negociable, aunque en ciertas circunstancias la decisión es muy compleja.
Para cerrar esta columna les comparto dos pensamientos que nos ayudarán a encontrar nuestra respuesta:
Winston Churchill
“CUANDO REFLEXIONO SOBRE TODAS ESTAS PREOCUPACIONES RECUERDO LA HISTORIA DEL HOMBRE VIEJO QUE ANTES DE MORIR DIJO QUE, A LO LARGO DE SU VIDA SE HABÍA PREOCUPADO POR MUCHAS COSAS QUE NUNCA OCURRIERON”
William Shakespeare
“SI TODO EL TIEMPO FUESE FIESTA, DIVERTIRSE SERÍA MÁS ABURRIDO QUE TRABAJAR”