Lejos está de nuestra intención, la de terciar en el falso dilema que parece agregar una nueva grieta, que por su número y persistencia da la impresión de que puede “convertir en polvo” a nuestra sociedad; en la que ahora vemos hacerse presente las posiciones que, en sus extremos, cabría calificar como de “aislacionista hasta el confinamiento”, y las de los que se han enamorado a ultranza, no ya de la cuarentena, sino de la libertad constitucional de “transitar”.
Es que, como sucede en la mayor parte de las situaciones de la vida, y repitiendo una sentencia que en su momento hizo suya el primer Perón, “todo debe ser a su medida y armoniosamente” lo cual, tanto en el presente caso, como en muchos otros, significa buscar aferrarse a la razón; entendiendo por ella la apelación a la sensatez que expresa el sentido común.
Inclusive, consideramos que una experiencia de este tipo, debería ser acompañada de la liberación del pago de peaje; para lo que no sería otra cosa que el tránsito vecinal. Todo ello, acompañado del cumplimiento de todos los protocolos indispensables; y una limitación en los horarios que quedaría habilitada la circulación por el puente para el transito vecinal. Máxime, teniendo en cuenta que Colón y el área que la incluye con San José y Pueblo Liebig, constituyen hasta este momento al menos una “zona libre del virus”, y la sensata y a la vez exitosa política sanitaria que viene aplicando hasta el momento el gobierno oriental.
Demás está señalar las dificultades que es de imaginar se encuentren al momento de avanzar en el sentido propuesto por el intendente Walser; dado la pasividad con la que aborda nuestra burocracia cualquier tema trabajoso y que inclusive puede generar problemas. Circunstancia que no debe llevar a desistir, sino a redoblar el esfuerzo.
Por lo demás, debe tenerse en cuenta que una experiencia como la apuntada, podría ser el punto de partida para otra de mayores alcances, cual sería que el área del cual Colón es cabecera, y Paysandú, cuenten con un régimen “de frontera” similar -ya que no hay ningún argumento válido para que sea distinto- al del aplicado en el tránsito y tráfico entre Rivera y Santana do Livramento.