El dirigente empresarial hizo sus planteos en formato de preguntas: “¿Por qué el paso de frontera más cercano a nuestra ciudad no puede atender 24 hs?” “¿Por qué una de las fronteras de nuestro litoral pide PCR Negativo con 72 hs de vigencia (Uruguay) y la otra no (en alusión a Brasil)?"
Lapiduz plantea que, a esta altura de circulación, ya debería “facilitarse el paso a los habitantes de ambos países, con solo confirmar el esquema completo de vacunación”, tal como sucede en el mencionado caso de “Paso de los Libres-Uruguayana, donde no se pide más la PCR desde fin de enero pasado y también se puede circular las 24 hs.”
Fue en ese marco en que el dirigente de los empresarios gastronómicos y hoteleros cuestionó si, en realidad, la exigencia de PCR y horario reducido de atención "¿no estarán siendo usados también para controlar parcialmente esta migración del volumen de ventas, que hoy es favorable al comercio argentino?”.
Allí trajo a colación que “durante años, los concordienses colmábamos las termas de Daimám, Arapei, Guaviyú, etc”, como así también a “los restaurantes, pizzerías y comercios de Salto”, como “en la época del uno a uno, cuando un dólar valía lo mismo que un peso argentino”. Por lo que “debería ser lógico que hoy, revertida esa situación, sean nuestros comercios los beneficiarios de la corriente".
Ante este escenario, Lapiduz afirmó que “es ridículo que siga habiendo horarios y restricciones en el paso de frontera”, ya que no solo hay argumentos comerciales, sino que siguen poniéndose barreas “al intercambio cultural y familia que nos sigue enlazando con nuestra ciudad vecina”.