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El Centro de Comercio de Concordia supo cumplir un rol relevante en tiempos en que la ciudad contó con servicios aéreos. Por caso, en sus instalaciones se expendían los pasajes. Más recientemente, en 2017, la entidad gestionó procurando que la empresa Avian volara hacia y desde la capital del citrus, intento que finalmente quedó trunco.

Promediando este 2024, con el aeropuerto a meses de reinaugurarse y los mercados aéreos en proceso de desregulación, el presidente del Centro, el Ingeniero Adrián Lampazzi, abriga esperanzas de que esta vez sí la conexión aérea se vuelva una tangible realidad.

“La primera gran diferencia entre aquel intento de 2017 y el presente es la gran infraestructura que está montada hoy. Una cosa es verla en fotos y otra verla directamente. Lo que se ha hecho en el Pierrestegui no tiene ya nada que ver con lo que estaba. El cambio es notable. De un pequeño aeródromo vamos a pasar realmente a un aeropuerto”, resaltó, en diálogo con el programa Despertá con Nosotros, por Oíd Mortales Radio.

“Hay zona de arribo, de salida, una torre muy grande, la pista ampliada, es otro lugar”, precisó Lampazzi al describir el alcance de la remodelación del aeropuerto concordiense, cuya inauguración está prevista para diciembre próximo.

Para el titular del Centro de Comercio, hay otro factor que puede contribuir al regreso de los vuelos. “Ahora está el BID y hay un proyecto integral y no solo la construcción del aeropuerto. Además, se está trabajando a nivel región para que la estación aérea sea regional y no sólo municipal. Es una diferencia notable. Una cosa era cuando pensábamos en los requerimientos solo de Concordia y las empresas planteaban que si faltaban pasajes, la municipalidad se hiciera cargo. Pero otra cosa es al incluirse las ciudades cercanas que están trabajando muy fuerte. En una reunión reciente había gente de Federación, Chajarí, Villa Elisa, Colón, incluso de Paraná y de las termas de Arapey. La idea es armar proyectos de todas las ciudades. No ir a ofrecerle a una empresa una sola ciudad sino ir con varias carpetas de varias ciudades con sus necesidades diversas y así configurar una oferta mucho más atractiva. Es un cambio importante: salir de lo meramente local para irnos a una región donde hay una potencialidad y una realidad turística que hace necesario este tipo de recurso”.

“He escuchado gente diciente ‘en vez de hacer el aeropuerto, tapen los baches’ y yo les digo ‘hay que hacer el aeropuerto y tapar los baches’”, contó Lampazzi, al resaltar la importancia de la estación aérea como condición e infraestructura para el desarrollo.

-¿Siempre el talón de Aquiles para que se afianzara el servicio aéreo pasó por la falta de una demanda constante? Seguramente entre todas las comunidades se podrá garantizar una mayor demanda de pasajes.

-Sí, y además de eso, hay que cambiar la cabeza, eso de estar pensando en el avión y Buenos Aires. Al tener un aeropuerto con características muy superiores a lo que teníamos antes, poder recibir aviones de otras ciudades, Córdoba, Rosario, el sur, la Patagonia, el norte, tener otro tipo de frecuencias, o por qué no con el exterior, como San Pablo, porque hay una demanda desde esos lugares para hacer turismo en la región. De hecho, vienen a Concordia por la pesa, va a Federación por las Termas. Creo que para el desarrollo de la ciudad, obvio que no será fácil y tal vez con la desregulación será más viable, pero está todo dado para que funcione y sea productivo para la ciudad.

-¿El Centro de Comercio ha sido llamado a alguna instancia de diálogo entre instituciones con miras a la firma del pacto convocado por el intendente Francisco Azcué? Sabemos que hubo encuentros con los cultos religiosos pero no trascendió algo parecido para las entidades intermedias.

-Hasta ahora hemos recibido el borrador, pero no hemos tenido alguna reunión, si bien tenemos un diálogo bastante frecuente. Estamos esperando. En principio la convocatoria era para el 9 de julio. Se postergó. Hasta ahora lo único que hemos recibido es un borrador que lo estamos trabajando con la gente de la comisión directiva, pero no hay más que eso. Estamos a las espera de algún tipo de convocatoria.

Nosotros hace varios años que hemos trabajado este tipo de documentos. En algún momento fue el Pacto de la Concordia, donde aportamos algunos puntos referidos a la cuestión productiva, comercial e industrial. Está en el ADN de la institución ir por esta clase de herramientas. Quisiéramos tener algún tipo de reunión para aclarar algunas cuestiones.

-En el borrador aparece un planteo algo genérico relacionado a la energía. ¿Cuál es la situación del comercio ante los nuevos aumentos de la tarifa eléctrica, que se verán en facturas que vencerán en agosto?

-Más que el consumo eléctrico, el problema mayor es la falta de ventas, que hace más difícil pagar la factura, que encima aumenta. Es una situación muy preocupante. Sabemos que las ventas han caído muchísimo por la cuestión nacional por sobre todas las cosas y en algunos rubros por la falta de los uruguayos, que es una situación coyuntural.

Sobre lo energético, en la tarifa hay tres cuestiones: municipal, provincial y nacional. Con la municipalidad venimos trabajando bien, con concejales de todos los bloques, en la reforma de todas las tasas y entre ellas la de alumbrado. Hay consenso sobre caminos a tomar. A nivel provincial está la mayor batalla. Ya tuvimos reuniones con Juan Domingo Zacarías, del EPRE, y se está esperando otra con el gobernador, y uno de los puntos fundamentales a tratar con él es la cuestión energética. Hay un combo explosivo: por un lado energía extremadamente cara, más impuestos y tasas que desvirtúan el valor, sumado a lo que más nos preocupa, que es el nivel de actividad. Los que estamos instalados necesitamos aire no sólo para sobrevivir sino también para competir con productos que entran de otras ciudades. A veces se preguntan por qué Concordia en algunas cosas es más cara y, entre otras cosas, es porque la energía es más cara acá que en otros lados, como por ejemplo Corrientes.

-El Centro y la Cámara de Comercio a nivel nacional acompañaron la premisa de que la lucha contra la inflación iba a demandar un esfuerzo importante, un costo que asumir en una primera etapa. ¿Ha cambiado en algo esa valoración, al extenderse la recesión y agravarse su impacto?

-La preocupación realmente está, porque van transcurriendo los meses y la situación es muy dura. Algunas cuestiones que podrían aplacar el impacto finalmente no se dan, como podría ser vacaciones de inverno con algún movimiento turístico o los fines largo. Aumenta el dólar pero no llegan demasiados uruguayos. Son placebos que no están tampoco. Notamos la preocupación, pero por otro lado todavía en el sector hay una visión positiva a futura. Todavía permanece esta mirada de que hay que pasar un tiempo malo pero después las cosas estarán mejor. Como dirigentes tenemos que ver más allá. Si bien la inflación ha bajado y aporta una tranquilidad importante, también es cierto que el dinero no alcanza, que las cuentas siguen subiendo como la electricidad, y se hace muy difícil para sostener, máxime que se viene de más de 12 años con actividad en caída.
Fuente: Oíd Mortales Radio - El Entre Ríos

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