Los registros oficiales sanitarios de los últimos días indican que se avecina una nueva etapa de la pandemia y, en ese contexto, el presidente mantuvo conversaciones telefónicas con varios gobernadores para transmitir su inquietud y recibir percepciones desde el interior.
Según fuentes oficiales, “todos” mostraron miradas “muy coincidentes” en cuanto a la “preocupación” por la situación. “Ven a la gente muy indisciplinada y agresiva ante el reclamo de las autoridades para que respeten protocolos”, informaron.
En este sentido, el Gobierno evalúa medidas tendientes a restringir las actividades sociales nocturnas, aunque prefieren evitar el concepto de “toque de queda” que utilizaron varios funcionarios desde que empezaron a circular las primeras versiones sobre las nuevas iniciativas contra el coronavirus. En Casa Rosada y en Olivos se habla de que se avecinan “restricciones sanitarias”, “cierre nocturno” y “control diurno de las fuerzas de seguridad”.
El objetivo principal de estas iniciativas, que aún no están confirmadas y dependerán en parte del resultado del diálogo con los gobernadores, será impedir las aglomeraciones, en especial en sitios de esparcimiento vacacional veraniego, como las playas.
Mientras tanto, en las ciudades se buscará evitar que haya reuniones sin los cuidados básicos, como el distanciamiento social o el uso de tapabocas en lugares privados, como bares y restaurantes, pero también en sitios públicos, como plazas.
Según informó anoche el Ministerio de Salud de la Nación, durante las últimas 24 horas se registró la mayor cifra de contagios desde octubre, con 13.790 nuevos casos positivos de COVID-19. Hasta ahora, el total de infectados llegó a 1.662.730.
Vacunación
La convocatoria a los gobernadores se produce una semana después del inicio de la campaña de vacunación contra el coronavirus en el país, que comenzó el martes 29 de diciembre. A pesar de la celebración por la llegada del cargamento desde Moscú con las primeras 300.000 dosis de la vacuna Sputnik V, durante las últimas jornadas el Gobierno hizo un minucioso seguimiento de los números de infectados y de ocupación de camas en las Unidades de Terapia Intensiva (UTI) en los centros de salud de todo el país.Actualmente hay 3.460 personas internadas y el porcentaje de ocupación a nivel nacional es del 54%. Los números son preocupantes y en el Gobierno meditan formas para evitar que se produzca una segunda ola, como ocurrió en Europa, teniendo en cuenta que la mayor parte de la población no estará inmunizada, al menos, hasta mediados de año.