"No somos todos [Norberto]Oyarbide", dijo la jueza de la Corte de Entre Ríos Susana Medina, quien consideró que hay una lectura sesgada de la Justicia, enfocada únicamente en la Justicia Federal de la ciudad de Buenos Aires y en los magistrados de perfil alto.
El juez Alberto Lugones, que presidió el Consejo de la Magistratura durante 2020 y cuyo mandato venció el sábado pasado, dijo que la mala imagen de la Justicia se debe a la cobertura de los medios de comunicación. "De los 900 jueces conocés a 10, y 10 están cascoteados todas las semanas. Eso no genera una buena percepción de la comunidad", dijo Lugones.
"Hay pocos jueces conocidos, que en general son atacados desde distintos ámbitos: los jueces que salen en los medios no son el juez que dictó una cautelar en 24 horas y resolvió un problema de salud por una obra social, o el que destapa una red narco, ni tampoco es el juez que logra desbaratar una banda de contrabandistas. El que sale en la noticia es el otro", agregó Lugones.
El juez federal de Tres de Febrero Juan Manuel Culotta, otro de los representantes de los jueces ante el Consejo de la Magistratura, afirmó: "yo creo que el resultado de la encuesta tiene que ver con lo que le llega a la gente a través de los medios de lo que hacen algunos pocos jueces. Eso no es culpa de los medios, pero tampoco de los jueces, cuya inmensa mayoría cumple su función dignamente. Lo cierto es que no es noticia que un juez trabaje bien".
Culotta continuó: "Tal vez sea responsabilidad nuestra (de los jueces), que se difunda más la tarea judicial. Por ejemplo, en cuántos casos de amparos de salud los jueces logran que se cumpla con determinada prestación médica o se suministre rápidamente el medicamento o la cobertura con la que una determinada obra social no quiere cumplir. Eso, entre cientos de ejemplos de solución de conflictos que puedo dar".
"En cuanto al Consejo, creo que para mejorar su desempeño habría que cumplir con el art. 114 de la Constitución y que la representación de los estamentos sea equilibrada y no como ahora, que de 13 miembros, mayoría de 7 es política. Debería ser un órgano más técnico y menos político", concluyó el magistrado.
Susana Medina, vicepresidenta de la Asociación Mundial de Mujeres Juezas, expresó: "Creo que hay un gran desconocimiento del trabajo que realizan los poderes judiciales, tanto a nivel nacional como provincial. En las provincias trabajamos mucho y muchas veces sin todos los recursos que necesitamos. La gente conoce solamente la Justicia Federal de la ciudad de Buenos Aires, pero tenemos muchos y muy buenos ejemplos de jueces probos que trabajan, incluso en la feria judicial y haciendo muchísimas actividades", dijo Medina.
"Se mira la Justicia desde la óptica de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Piensan que todos somos [Norberto]Oyarbide. No somos todos Oyarbide: él es la excepción. Nosotros somos de bajo perfil, no vamos a los programas, no nos mostramos, nos mostramos a través de nuestro trabajo. Hay mucho que mejorar, de todas formas", advirtió la jueza.
Y agregó: "La asociación fue fundada por [la exjueza de la Corte Carmen]Argibay, cuando quiso poner en evidencia la violencia de género. No teníamos leyes en ese momento sobre el tema. La legislación con perspectiva de género de los últimos años se debe, en parte, al gran trabajo de la asociación de las mujeres juezas".
La opinión de los abogados
"Los problemas que tiene el Poder Judicial dan cuenta de lo que es y ha sido la política argentina", dijo la abogada y doctora en Derecho Marcela Basterra. "Sin embargo -agregó Basterra-, en un sistema republicano ajustado a la Constitución el servicio de justicia debería estar sujeto a criterios estrictos de imparcialidad e independencia. No es admisible que en aras de mejorar el servicio de justicia, que siempre es perfectible, se someta a unos de los tres poderes del Estado a presiones permanentes por parte de los órganos políticos".El abogado Jorge Rizzo, expresidente del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, destacó: "Es un tema largo, que debe ser dividido: una cosa es la Justicia Federal y otra la común. Después están los que opinan por lo que leen o que les cuentan y quienes tienen la desgracia de caer en el sistema del Poder Judicial. El mayor de los problemas sigue siendo la duración de los juicios. Son casi eternos".
Y agregó: "También la falta de compromiso de los jueces que priorizan su vocación de servicio (en muchos casos) con ser serviles el Poder Ejecutivo de turno en vez de hacerlo con la administración de justicia. Además, seguimos con una ley del Consejo de la Magistratura impresentable y una falta de decisión de mandar a jury a los malos jueces y jubilarlos: Oyarbide y [Rodolfo]Canicoba Corral son ejemplos".
No obstante, Rizzo concluyó: "Igual, hay un montón de jueces 'sin caras ni nombres' que van a trabajar todos los días y lo hacen bien. Son la mayoría, los que no salen en los diarios, la radio y la tele".