En medio de esa situación, el acompañante de Canales Najjar también abrió fuego contra el búfalo, que recibió cinco balazos en total y perdió la vida.
Inmediatamente, el grupo de cazadores trató de asistir al ciudadano mexicano. Al estar en una zona alejada y con poca señal para pedir ayuda, no perdieron tiempo: lo subieron a un vehículo y lo llevaron hasta el hospital más cercano. Pero antes de llegar, falleció a consecuencia de múltiples fracturas en las costillas y el esternón (su cuerpo también presentaba golpes en la parte posterior del abdomen detrás del peritoneo). La esposa y sus dos hijos viajaron desde México para darle el último adiós: los restos fueron velados el domingo en Gualeguaychú y cremados el lunes, con el fin de trasladar las cenizas hacia la capital mexicana.
Personal de la Jefatura Departamental de Policía Gualeguaychú, de la Brigada de Abigeato y del Gabinete Criminalístico realizaron actuaciones en el lugar del hecho, bajo las directivas de la fiscal Martina Cedrés.