Con estas previsiones, trabajadores de la zona, comerciantes, integrantes de clubes y familias comenzaron a pensar y ejecutar las mudanzas.
Luego de la primera crecida, que se dio este miércoles, desde el ente de costanera dispusieron medidas para proteger los recursos. En primera instancia desmontaron las estructuras de madera de la zona baja del paseo, cartelería y algunos artefactos eléctricos.
Aldo Álvarez, presidente del ente, contó, en diálogo con La Quinta Pata (lunes a viernes 9 a 12 en Oíd Mortales 88.9): “Estamos haciendo operativos para desmontar algunas cosas. Sacamos cartelería, incluso los carteles nuevos que estaban en la zona del mirador de Avenida del Río”.
“Hay personas trabajando y nosotros estamos siguiendo lo que sucede. Nos comunicamos con Prefectura y seguimos los partes oficiales de CTM”, indicó y aseguró: “Con los comerciantes y los clubes también mantenemos comunicación, esto nos hace estar unidos”.
En cuanto a la situación, señaló: “Nos afecta porque habíamos trabajado mucho en el paseo, estábamos preparados para tener una gran temporada, pero habrá que esperar”.
El trabajo, con el agua cerca
Como postal de jueves por la mañana, también podía verse a los trabajadores de mantenimiento de baños que, acompañados por los guardavidas y con el agua muy cerca, esperaban hasta último momento para retirarse del lugar.Con los carteles de señalización cubiertos por agua del río, los bañeros bregan por la seguridad de quienes se acercan al lugar. Uno de los trabajadores, contó a El Entre Ríos: “Vinimos igual a hacer prevención, para que la gente ingrese al agua, porque suelen hacerlo igual cuando hace calor y eso es peligroso”.
Una de las trabajadoras de mantenimiento, indicó: “Nosotras seguiremos hasta que el río llegue a 11 metros, que es más o menos en el primer escalón del baño. Cuando eso pasa retiramos todo y nos vamos y, obviamente, la gente no puede venir”. “No esperábamos que la creciente fuera tan grande, pero ahora vemos venir el agua y la lluvia no para, así que la situación es complicada”, señaló.
Mientras los guardavidas y empleados de mantenimiento compartían la guardia en el baño, frente al lugar, en el parque Mitre, cuadrillas de trabajadores realizaban tareas y desmontaban estructuras.
Los puentes tradicionales que se encuentran sobre las lagunas del parque fueron desarmados, también algunos juegos como hamacas de plástico y cestos de basura. A la vez, en distintas zonas de la costanera varios trabajadores cortaban el pasto. En el tradicional paseo de la Avenida del Río, que fue modificado hace poco, ya no están las letras con el nombre de la ciudad en la rotonda final. Allí, un grupo de operarios trabajó bajo lluvia antes que llegara el río que, en la mañana de este jueves, había invadido ese espacio.
Actividades suspendidas
Sin dejar siquiera correr los arcos y redes, el Uruguay invadió las canchas que usualmente utilizan los socios del Club Pesca para practicar fútbol y hockey. En el club Regatas, atentos también al parte emitido por CTM comenzaron a llevarse elementos.Lucas Soto, presidente del club Regatas comentó: “Estamos sacando las cosas. A los 12 metros el río llega hasta el salón, las churrasqueras y la pileta interior” y agregó: “Quizás esperábamos que contuvieran un poco más para equilibrar porque nosotros, que estamos en el nivel de alerta, sufrimos siempre”.
“Teníamos algunas reservas para eventos que iban a realizarse en el club, ahora debemos suspender todo e ir pensando en cambiar algunas actividades” señaló Soto y concluyó: “A nosotros nos duele, aunque esto pase seguido”.
Los clubes de fútbol que se encuentran en la zona (Libertad, Comunicaciones y Wanderer’s) mantienen comunicación con el ente de costanera y controlan atentos la situación del río. En algunos casos, ya han retirado mobiliario, en otros, esperan que no haya nuevos partes de crecimiento frente al puerto de Concordia, para no volver a vivir lo que, cada tanto, sucede.
Para los comerciantes y vecinos la situación es conocida. También ellos se mantienen alerta ante las informaciones y piensan en las acciones a seguir en caso de tener que evacuar el lugar. Muchos de los vecinos más antiguos ya conocen el mecanismo y saben cuándo empezar a pensar en mudarse: “A mi a los 11.50 me llega al patio”, dijo Marcelo e indicó: “Supongo que si sigue subiendo nos ayudaremos entre vecinos”.
Ante la consulta de una posible mudanza definitiva, respondió: “Acá está toda nuestra historia. Si en algo coincidimos es en que no vamos a irnos así tengamos que salir y volver toda la vida”.
Según contó el vecino, aún esperan que se llegue a una solución que buscan junto al gobierno, con una defensa que lleve tranquilidad. “Ojalá pronto tengamos la defensa que nos proteja, nosotros mismos nos pusimos a trabajar en eso y espero que se pueda hacer y no quede en la nada”.
Para este verano había nuevas propuestas en la zona baja de la costanera que, por el momento, no podrán inaugurarse. Números artísticos y los food trucks, que fueron exitosos durante el verano pasado, tendrán que esperar que baje el río.
“No teníamos previsto que sucediera algo así. Ganamos la licitación este año para tener un carro de comidas y esto que pasa ahora nos descoloca, esperemos que no dure tanto tiempo” indicó una de las comerciantes.