Carlos Eduardo Vitagliano está ligado a diversos rubros y tuvo negocios en paralelo con TEP y Next y con Aguilera con su empresa Visual Illusion.
El presidente de Visual Ilusión SA contó, este martes, que ofreció a Juan Pablo Aguilera ser socio de su firma gráfica, luego de concluir la campaña política del Frente para la Victoria (FpV) en 2015. “Yo se lo ofrecí. Después Juan Pablo Aguilera desapareció. Está bien, yo lo entiendo, se quedó sin nada”, dijo en el Salón de Actos del Superior Tribunal de Justicia.
Unos minutos después, la fiscal Patricia Yedro le mostró al empresario un contrato donde Visual Ilusión vendía el 50 por ciento de sus acciones a Tep SRL. En ese documento, Emiliano Giacopuzzi aparece como gerente de Tep. En las cláusulas, debajo del documento, se establecía “que no se incluya la actividad textil y los bienes afectados a ella”.
–¿Emiliano Giacopuzzi que figura como gerente de Tep en ese contrato es el mismo Emiliano que usted declaró que fue a visitarlo en Visual Ilusión? –preguntó la fiscal Yedro.
La consulta no fue respondida por oposición de los defensores que no podían ver el documento completo.
–Señor presidente, acá hay algo raro porque yo no tengo cónyuge, soy soltero. El documento dice de conformidad de su cónyuge presente en el acto –interpuso el testigo.
–¿Conoce este documento, lo firmó, sabe a qué se refiere? –repreguntó la fiscal.
–No, yo no vendí mi empresa nunca. Le cedí el 50 por ciento a mi sobrino hace dos años, él la levantó. Este tipo de operaciones, cuando usted está en el mercado viene alguien y le dice que quiere, usted le dice ponga la plata y te doy la empresa. Yo no vendía, la opción que siempre busqué fue capitalizar mi empresa.
Campaña política del PJ
El testimonio de Vitagliano fue extenso y confuso. Se mostró ofuscado. En reiteradas oportunidades apeló a su trayectoria profesional y empresarial. “Soy el segundo en gráfica digital del país”, soltó. De hecho, contó que su empresa provee puntos de venta a Carrefour, Jumbo, YPF, y presta servicios a otras empresas grandes con asiento en el país, a las que mencionó. “No sabía que ustedes tenían mis conversaciones privadas con otro privado”, se encolerizó cuando le mostraron chats de WhatsApp con la contadora Corina Cargnel.Desconoció vínculo entre Juan Pablo Aguilera y Formato Urbano. Se limitó a decir que toda su relación con Aguilera se debió a la campaña política del PJ, aunque reconoció que Corina Cargnel estaba vinculada tanto a Aguilera como a la empresa Tep. Dijo también que trabajar con la campaña política del Frente para la Victoria en Entre Ríos, con Aguilera como intermediario, le dejó “un calvo” pero decidió pasar página. “La etapa de Entre Ríos se terminó en mayo de 2016 y dejó un clavo. La sigo peleando y gracias a Dios tengo a Leonardo -de la Casa, su sobrino- que se hizo cargo del 50 por ciento de la empresa, removió a todos, echó a todos y tomó personal nuevo”.
Cuando comenzó su testimonial, el fiscal Gonzalo Badano le preguntó por la empresa El Juego en que andamos y por Gerardo Caruso. El empresario dijo no recordar nada. Entonces le hicieron leer un correo que él mismo envió a Fiscalía, en el cual refirió trabajos con esa empresa. Cabe señalar que El juego en que andamos de Caruso contrató con el gobierno de Entre Ríos, a través del Ministerio de Turismo. A fines de 2014 el Gobierno destinó dinero con carácter de urgencia para instalar el parador en la playa La Perla de Mar del Plata. “No tengo idea del trabajo para El juego en que andamos. Si contesté esto, lo debo haber buscado en su momento. Me hicieron una consulta, seguramente pregunté, me dieron el detalle y contesté”, dijo, en referencia al mensaje que él mismo escribió, donde habló de un trabajo promocional para la provincia de Entre Ríos y en el cual envió una factura emitida por Visual Ilusión a El juego en que andamos. Agregó que “por práctica no trabajo con gobiernos”.
En otro tramo, su relato giró sobre la empresa Tep y Next. Fue en esa parte de su testimonio que contó de su relación con Juan Pablo Aguilera. “Tep y Next son dos impresores pequeños de Entre Ríos. Recibí una llamada de un especialista en colorimetrista por esas empresas. Me preguntó si podía, permitía que su socio le fuera a dar mano a empresas de Entre Ríos en impresión, creo que de cama plana”, recordó. “Creo que Reynaldo habló con un chico que se llama Emiliano e hicimos como pseudo alianza porque lo que hacíamos para supermercados, lo podían vender Tep y Next. Creo que nos hicieron algo para Carrefour cuando se nos quebró una máquina”, ahondó. Declaró que ese vínculo comenzó entre 2014 o 2015.
La empresa de Vitagliano realizó trabajos en el marco de la campaña del Frente para la Victoria en Entre Ríos. Le hicieron leer un correo que él mismo mandó a los fiscales contando que en determinado momento, en su empresa lo visitó Cargnel y Giacopuzzi, interesados en comprar máquinas, que la contadora le presentó a Aguilera que era “jefe de la Casa de Entre Ríos”. También le mostraron numerosos pasacalles impresos en Visual Ilusión con candidatos del peronismo.
Unos minutos más tarde, respondiendo a las preguntas de la fiscal Yedro, el testigo negó un vínculo contractual entre Visual Ilusión y Tep. Inmediatamente le mostraron un contrato de managment entre las dos firmas. Es decir un acuerdo de poder de administración entre las dos empresas.
“Usted ya explicó que es socio con su sobrino de su empresa. Pero en algún momento ¿cedió acciones de su empresa?”, consultó la fiscal.
“En realidad pasamos muy mal la etapa de Macri. Cuando terminó la etapa de Aguilera, teníamos un proyecto. Había hablado de un proyecto de continuidad con equipamiento y máquinas. Toda la estrategia la tengo en la cabeza. Habíamos hablado que cuando se terminara la campaña política, Juan Pablo Aguilera podía ser socio. Yo le había dado esa posibilidad. Y la verdad fracasó, se terminó la campaña y Aguilera despareció. Yo lo entendí, se quedó sin nada. Yo le di la posibilidad si quería ser socio de Visual pero para eso nos tomamos la campaña política para ver cómo funcionábamos como socios. En ese momento estaba buscando una salida porque estaba cansado de la gráfica, no me daba los resultados que esperaba. Lo que ofrecía es que el dinero se ponga en la empresa, se compren máquinas, se restructure y vaya para adelante. Pero eso no funcionó”, contó.
Refirió en ese sentido a la compra de una máquina de mesa de corte Esco del exterior, por la cual tomó un crédito que aún no terminó de pagar. “Me costó 230 mil euros, puse 20 mil euros a fines de 2015 y lo demás se financió. Se refinancié tres veces. Hoy debo 125 mil euros. El año 2017, 2018 y 2019 fueron muy malos para mí y toda la ganancia que saco en mi estudio de abogados la puse en Visual Ilusión”, acotó.
Manifestó además que a Aguilera lo conoció mientras estaba en la Casa de Entre Ríos. “El Instituto del Seguro estaba por perder contrato de la ART de San Juan, había salido en los diarios. Entonces pregunté por alguien en la Casa de Entre Ríos y a raíz de eso hablé con Juan Pablo Aguilera. Eso no salió bien porque ustedes perdieron el contrato a manos de Sancor, porque había temas de corrupción entre el Instituto y San Juan. Aguilera me dijo que representaba a Entre Ríos y que podíamos hacer una gran campaña política. En todos mis negocios, a las personas les pido media medalla pero a la otra media medalla me la gano. Le dije a Aguilera que había que comprar una máquina, polietileno, el mejor y más barato. Le dije que podía mostrarle al partido que se puede hacer una campaña barata sin robar. Eso fue como un acuerdo de trabajo. Si después el PJ ganaba, quedábamos con la posibilidad de hacer más cosas. Siempre con la misma consigna”, recordó.