Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imagen

Agrandar imagen
El productor agropecuario Leonardo Airaldi está cada vez más acorralado y su libertad asoma cada vez más lejana: al procesamiento y prisión preventiva en la causa del Juzgado Federal de Paraná por liderar una banda narco y poner todo su poderío financiero y patrimonial al servicio del negocio ilícito, se suma ahora otro procesamiento en la Justicia Federal de Santa Fe: esta vez, le imputan haber almacenado casi 30 kilos de cocaína en la casa de un peón en la localidad de Puerto Gaboto. Este miércoles fue procesado con prisión preventiva. Airaldi pasó muchos años bajo la sospecha de ser un narcotraficante que ponía todos sus recursos y logística para recibir, guardar y vender cargamentos de droga en las cientos de hectáreas que posee en el Departamento Diamante y, sobre todo, en las islas frente a Las Cuevas. En los últimos tiempos, los mitos en torno a la figura de este hombre de alto perfil se fueron convirtiendo en realidad: la detención en Rosario en 2022 con armas, el secuestro de una camioneta suya que había sido utilizada por el hijo de Mameluco Villalba en San Martín, y luego la caída en la causa federal de Paraná por narcotráfico, con la confirmación de las acusaciones tras el hallazgo de un enorme tanque de agua enterrado al lado de una pista de aterrizaje en su estancia.
Causa en Santa Fe
La reciente acusación del otro lado del río Paraná es por un hecho ocurrido el 10 de agosto de 2022, en Puerto Gaboto, una histórica localidad portuaria ubicada en línea recta frente a Las Cuevas. Por una denuncia contra el puestero de Airaldi, Diego “Pete” Torres, por haber amenazado con armas de fuego a una mujer en el conflicto por una casa, la Policía local allanó la vivienda que este hombre alquilaba. Así, por esta casualidad, encontraron 29 kilos y medio de cocaína de máxima pureza. Desde ese día, Torres se fugó, nunca nadie lo encontró y aún permanece prófugo.

La investigación permitió vincular a Torres con Airaldi: personal de la Policía de Seguridad Rural Los Pumas de Santa reunió evidencias sobre que el hombre se desempeñaba como puestero de isla El Pillo y realizaba tareas vinculadas al cuidado ganadero.

En entrevistas con los lugareños y pescadores de la zona, refirieron que el espacio territorial donde se desempeñaba Torres es una isla perteneciente a Airaldi y que en ese lugar, días anteriores, se visualizó el anclaje de barcaza desconocida hacia aguas abajo (Puerto San Martín), en horario nocturno, con movimientos calificados como “muy sospechosos”.

Pero en noviembre de 2022, se presentó de manera espontánea ante el fiscal adjunto del MPA, Aquiles Balbis, una persona cuya identidad fue resguardada, quien detalló un episodio que vinculó a Torres directamente con un cargamento de droga: fue a comprarle unos animales, atendió el teléfono, se puso muy nervioso, le dijo que “tenía que irse urgente a buscar merca a Diamante”. El testigo pensó que era una broma. Pero Torres se fue y volvió más tarde en una lancha con un paquete grande envuelto en cinta o bolsa negra.

Además, este hombre refirió que Torres “cuando me hablaba de su patrón y hablaba de ese Airaldi. Inclusive decía que tenía una pista como para que aterrice una avioneta. Él lo contaba y yo siempre pensé que era joda hasta que vi lo que paso”.

Hasta acá, eran testimonios e indicios los que lo vinculaban a Airaldi a aquel cargamento de cocaína. Un mes después, el 22 de julio de 2022, Airaldi fue detenido por Gendarmería en la ciudad de Rosario cuando iba en su VW Amarok, junto a su pareja y mano derecha, Jimena Irupé Burne, y dos jóvenes más.

Llevaban droga, aparentemente para consumo personal, y armas de fuego. Airaldi estuvo preso unos meses y recuperó la libertad tras firmar una condena en un juicio abreviado de tres años de prisión condicional. Pero en ese caso le secuestraron el celular IPhone que fue peritado y lo que los investigadores encontraron fue directamente vinculado con la droga que había guardado Torres debajo de su cama.

“Pudo acreditarse que el vínculo entre Diego Roberto Torres y Leonardo Airaldi excedió el desarrollo de actividades ganaderas en la isla referenciada, y tuvo por objeto comportamientos ilícitos vinculados al tráfico de material estupefaciente –junto con otros sujetos– que fueron evidenciados a partir de los diálogos recuperados en los teléfonos celulares secuestrados a Airaldi”, sostuvo el juez en la reciente resolución.

Y transcribió una serie de comunicaciones mantenidas entre Airaldi y Torres “con anterioridad al allanamiento realizado en la localidad de Gaboto y que culminada con el secuestro de los 29.491,81 gramos de cocaína, destacándose la utilización de los términos ‘maple, carne, lomo o novillo’, lo cual desde la experiencia común constituye un recurso habitual para evitar la utilización de un vocabulario expreso al momento de referirse a sustancias ilícitas”.

Airaldi fue indagado hace unas semanas, en una audiencia que se realizó por videoconferencia desde la Unidad Penal de Federal, donde se encuentra alojado. Asistido por el abogado defensor Pedro Fontanetto D’Ángelo, se abstuvo de declarar. Finalmente, fue procesado por el delito de comercio de drogas “en la modalidad de almacenamiento de estupefacientes”.

Asimismo, le dictó la prisión preventiva y un embargo de 5 millones de pesos.
Fuente: Análisis

Enviá tu comentario