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Nené compartió con los suyos su primeros 100 años.
Nené compartió con los suyos su primeros 100 años.
Nené compartió con los suyos su primeros 100 años.
Nació en 1923, un 5 de diciembre. Creció en una familia de 12 hermanos, se casó, tuvo cinco hijos y de ellos heredó 12 nietos y 8 bisnietos. María Isabel Surt, “Nené” como todos la conocen, recibió a “Chajarí al Día” en su casa, en el día de su cumpleaños.
Un día en la vida de Nené
Muy entusiasmada conversaba con familiares y amigos que la visitaron por su cumpleaños, con los que también terminaba de rezar el rosario. La edad pareciera no ser un impedimento para ella, aunque considere que “ya no puede hacer nada” en su casa, acostumbrada a “hacerme todo”, dijo.

Pero hay rutinas que no las perdió. Todos los días se levanta a las 6: 30 de la mañana y se baña, en invierno y en verano. “Después me acuesto otro ratito”, aseguró y agregó que, a las 8, ya de nuevo en pie para desayunar y luego “empiezo a hacer lo poco que puedo”, acotó.

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Nené tuvo 11 hermanos y es la única en vida. Además tiene 5 hijos, 12 nietos y 8 bisnietos. Agrandar imagen
Nené tuvo 11 hermanos y es la única en vida. Además tiene 5 hijos, 12 nietos y 8 bisnietos.
“Hasta hace poco tejía, se crecieron los bisnietos y me quedaron los tejidos a media”, contó sonriendo. “Extraño el orden, ver mi jardín, tenía lindas las plantas. Más que nada extraño a los hijos que no los tengo acá. Todos tienen su vida, están casados, otros están en Buenos Aires”, agregó, atenta a una de sus nietas que ingresaba y a la que invitaba a sentarse.
Cumplir 100 y la familia
¿Qué se siente cumplir 100 años?, fue la pregunta a la que respondió con absoluta sencillez: “Es lo mismo que cumplir 99”, sonrió.

Con respecto a sus hermanos, “éramos doce”, precisó la entrevistada, contabilizando varones y mujeres y explicando que varias de sus hermanas fueron vecinas suyas hasta que partieron. Nené es la única con vida: “El único ser sobreviviente”, bromeó con gestos en sus manos y despertando la risa de los que la acompañaban.

Siempre fue ama de casa, aunque en la charla recordó su trabajo como secretaria cuando “era soltera” y antes de formar su familia. “Después no trabajé, de sobra teníamos con los hijos. Cuando me case (viuda de Romero), los hijos eran chicos y muy seguidos, no había pañales descartables, vivía lavando, tampoco había agua corriente”, recordó.
La vida misma
Al consultarle por su salud, mencionó que hay días que se siente “muy decaída”, aunque en este día de su cumpleaños eso no se notó. Parecía contenta y de ánimo para la charla, al punto tal que terminaron convenciéndola de hacer una pequeña reunión por la noche. Vaya si esta abuela tiene para celebrar.

La memoria la acompaña, a la salud la sobrelleva e intenta resistirse a la ayuda. Un andador la acompaña para sostenerse, aunque no es de su agrado tener que recurrir a él.

“En la vida tenés momentos muy lindos y felices y otros que son difíciles, por salud o por desgracias”, expresó la cumpleañera, reflexionando sobre lo que fue atesorando con el paso del tiempo, admitiendo que todos “tenemos defectos y virtudes, momentos malos y buenos”.

Mientras avanzaba la conversación grupal, se escuchó el timbre del teléfono y era uno de sus nietos que desde Buenos Aires se comunicaba para saludarla. Se levantó sola de la silla y caminó hasta el teléfono para intercambiar unas palabras con él, deseándole verlo pronto.

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La abuela atendió el teléfono. Del otro lado, uno de sus nietos la llamó para saludarla. Agrandar imagen
La abuela atendió el teléfono. Del otro lado, uno de sus nietos la llamó para saludarla.
En muy pocas oportunidades fue necesario repreguntar, porque la audición de Nené es buena. “Antes miraba tele, pero ahora poner un programa en un canal, te dice una cosa, después cambias a otro y te dice todo lo contrario”, esgrimió.

No obstante, reconoció su gusto por la lectura. “Ahora ya leo poco. Uno porque me cuesta, a veces empiezo a leer algo que me interesa, pero llega alguien y tengo que dejar, y después tengo que volver para atrás porque me olvidé lo que leí”, señaló con mucha naturalidad.

También repasó su etapa en la que colaboró con la parroquia “Santa Rosa”, en Chajarí, mientras su relato era confirmado por los que estaban presentes en su casa, reconociéndole su aporte solidario.
Fuente: Chajarí al Día.

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