En pocas horas, la publicación alcanzó a 8 millones de personas, entre ellas a una sobrina de la mujer de la foto. “Nunca imaginé que se iba a dar todo tan rápido”, expresó la profesora de fotografía de 34 años.
El domingo por la noche se puso en contacto con ellos. “Son de Mar del Plata. Quedamos en encontrarnos, ella vendrá cuando pueda así cerramos esta historia viéndonos”, le había contado a El Entre Ríos.
Encontré en Esteros del Iberá una cámara que estuvo 6 años y medio bajo el agua, la tarjeta de memoria funciona, busco a esta familia para devolverles sus recuerdos ? #búsqueda #fotografía #iberá #Cámara #SONY #lagunaiberá #parquenacional #esteros #corrientes pic.twitter.com/krjxq1UuZF
— Milagros Castañeda (@Flacastaneda) February 26, 2023
Una conexión con Entre Ríos
La cámara terminó en los Esteros del Iberá porque Eugenia, la mujer de la fotografía, la perdió en un viaje que había hecho a Corrientes con una amiga. “Me contó que le había prestado la cámara a un integrante del tour y que en un descuido se le cayó al agua pantanosa”, relató Milagros.Y Castañeda agregó: “Me dijo que estaba perpleja, que no podía creer que iba a volver a tener esos recuerdos que creía perdidos para siempre”.
Por su parte, Eugenia habló de la emotiva conexión con el lugar en donde la esperan las fotografías. “Que mis fotos estén en Concordia me produce un impacto mayor, porque ahí se crió mi papá. Toda esta locura viral que se produjo me vuelve a conectar con mi origen en la mesopotamia. Es como un volver a vivir las historias que me contaba él de chico de cómo vivía en el campo entre las cuchillas”.
Junto a Adrián, su pareja, Eugenia piensa recorrer los más de 800 kilómetros que separan Mar del Plata de Concordia para recuperar las fotos y también sus recuerdos de la infancia.
En tanto, Milagros espera que esa pequeña memoria que soportó 6 años bajo el agua de Corrientes vuelva a sus dueños para que puedan reconstruir con imágenes esos dos años de su vida, que creían perdidos para siempre.