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El reciente anuncio sobre el nuevo endeudamiento que negocia el gobierno nacional con el Fondo Monetario Internacional (FMI) despierta una profunda preocupación en distintas regiones del país, y Concordia no es la excepción.

Por Pablo Bovino
Concejal, empresario y ex Presidente
del Consejo de la Producción


En 2024, el Producto Interno Bruto (PBI) cayó un 1,7%, reafirmando la tendencia recesiva de la construcción, la industria manufacturera y el comercio. No hay señales claras de recuperación y se profundiza el deterioro de los indicadores sociales. En este contexto, la posibilidad de profundizar el endeudamiento externo exige una mirada crítica y responsable.

La historia reciente nos ha enseñado que la deuda con el FMI conlleva condicionamientos que terminan impactando en la vida cotidiana de los argentinos, principalmente de los más vulnerables. Mientras el costo de vida se dispara, los jubilados han perdido el acceso a medicamentos gratuitos, y sus haberes son insuficientes para cubrir necesidades básicas.

En Concordia, por sus características económicas y sociales, este escenario de recesión repercute con especial dureza. No podemos permitir que el ajuste recaiga nuevamente sobre quienes menos tienen, profundizando la desigualdad y el deterioro social.

Es fundamental que desde los diferentes estamentos gubernamentales se arbitren políticas públicas que atenúen el impacto de la crisis. Tenemos que estar preparados, motorizando acciones concretas y programas de asistencia en el ámbito local y provincial. Es prioritario generar incentivos para la producción y el empleo, y sostener las redes de contención social en los sectores más desprotegidos.

Apostemos a la inversión en infraestructura, al fomento del turismo y la producción local, y a políticas que promuevan el empleo genuino. El destino de nuestra ciudad no puede quedar atado a un nuevo ciclo de endeudamiento que hipoteque el bienestar de generaciones futuras.

Por Concordia y en defensa del futuro, debemos unirnos - más allá de cualquier diferencia política o sectorial - en el reclamo de un modelo de país que priorice el desarrollo y la justicia por sobre los condicionamientos externos y la especulación financiera.

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