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La prestigiosa directora Sofía Coppola, una vez más, se atrevió a retratar una historia femenina en cines. Esta vez, realizó una cruda biopic sobre Priscilla Presley, la esposa del rey del Rock and Roll, Elvis Presley. La película dio a luz en el destacado Festival de Cine de Venecia, en donde fue ovacionada de pie por el público, logrando generar un ambiente de conmoción entre Priscilla, Sofía Coppola y los protagonistas.

El filme llegó a los cines de Latinoamérica este 26 de diciembre y desde su anuncio y posterior publicación de su tráiler, ha generado en el público mayor interés en la relación de Elvis y Priscilla y grandes repercusiones en las redes sociales, como es el caso de las réplicas de los icónicos outfits de Cilla, que está en tendencia en tik tok e Instagram.
Los protagonistas y la fuente de inspiración para Coppola
Cailee Spaeny y Jacob Elordi son quienes se meten en la piel de Priscilla y Elvis. El guion de la película es fiel a los relatos de Priscilla en sus memorias “Elvis and Me”, en esta obra, Priscilla nos sumerge en los inicios de su relación con la leyenda musical y las circunstancias que llevaron a su divorcio en 1973.
La mujer detrás del filme
Priscilla Ann Beaulieu Wagner nació el 24 de mayo de 1945 en Brooklyn, Nueva York. A temprana edad, su padre falleció en un accidente aéreo. Tiempo después, su madre, Anna Lillian Iversen, se casó con Paul Beaulieu, oficial de la Fuerza Aérea, lo que obligó nuevamente a la familia de la joven a mudarse a Alemania. Es allí donde tres años más tarde, en 1959, conoció a quien sería el amor de su vida Elvis Presley, cuando el ‘Rey del Rock’ era soldado del ejército estadounidense. Se conocieron en una fiesta organizada por la base del ejército estadounidense y Elvis quedó encantando con la belleza de la joven Priscilla y a pesar de la diferencia de edad que resulta incómoda- el de 24 y ella de 14- y de la oposición de los padres de la adolescente, iniciaron una relación.

El cantante se sentía atraído no solo por la belleza de Priscilla, sino porque le recordaba a su difunta madre, algo que hoy en día catalogaríamos con una bandera roja. De manera rotunda, Presley se convirtió en su mundo entero y cada segundo de su existencia, sería utilizado para complacer a su amado Elvis. Para el rey del Rock n´ roll, era muy importante encontrar a esa mujer que se pareciera a su progenitora y por supuesto, Cilla, “era lo suficientemente joven para que pueda entrenarla como quiera”, según le comentó a su amigo Rex Mansfield.

Elvis abandonó el país europeo en 1960, y Priscilla, fiel a su devoción por él, fue a despedirle al aeropuerto. Durante dos años, se comunicaban a través de llamadas y cartas hasta que en 1962, el intérprete de Can´t Help Falling in Love with you, la invitó a su mansión Graceland.

Este viaje fue significativo no solo para afirmar la promesa de matrimonio, sino también en la transformación de Priscilla. El cantante la llevo de compras y aprovechó la oportunidad para moldearla a su gusto; se encargó de elegirle las prendas que a él le gustaban y de contratar a un estilista para que tiñera de color negro el cabello de la joven, y por supuesto, que produzca ese icónico look que por tantos años la caracterizó.

Tras 7 años de noviazgo, la pareja pasó por el altar en 1967, en una boda de ocho minutos. Priscilla apenas tenía 22 años y Elvis ya contaba con 32 años y una carrera consolidada en el éxito.

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Jacob Elordi y Cailee Spaeny, los protagonistas de la biopic de Sofía Coppola Agrandar imagen
Jacob Elordi y Cailee Spaeny, los protagonistas de la biopic de Sofía Coppola
El sueño hecho pesadilla
Meses después de haber contraído matrimonio, Priscilla quedó embarazada. Esta noticia, inicialmente fue tomada con alegría por Elvis pero al pasar el tiempo, se encargaba de manifestar su desprecio hacia su esposa, por el cambio físico que implica gestar un bebe en el vientre. Fue tanto la molestia de él, que hasta llegó a proponerle a ella que se “deshiciera del problemita” sin embargo, Priscilla no accedió.

Por otro lado, la joven no estaba dispuesta a perder a su esposo. Fue así, que se propuso seguir siendo la “esposa perfecta” y contrarrestar con estas acciones, los comentarios misóginos de su esposo acerca de las mujeres y la maternidad. Priscilla menciono que Elvis siempre comentaba que las mujeres utilizaban la maternidad y el embarazo como una forma de atar al hombre, algo que dejó al desnudo el machismo de Elvis.

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La boda Agrandar imagen
La boda
Desde dietas restringidas para evitar subir de peso hasta servirle la comida como si fuera un niño pequeño, Priscilla siguió al pie de la letra los pasos hacia la perfección para no perder a su amado pero solo se perdía a ella misma cada día que pasaba.

El 1 de febrero de 1968, nació la primogénita de Presley, Lisa Marie Presley, quien desafortunadamente falleció este 2023 de forma natural y a causa de un bloqueo intestinal.

Luego de haber dado a luz, Priscilla ya no resultaba atractiva para Elvis, lo que ocasionó desesperación en su esposa, quien hizo de todo para conquistarlo nuevamente; se metió a clases de francés porque a él le gustaba el idioma, a clases de flamenco ya que a Elvis le fascinaba y a clases de ballet, solo porque a él le atraía el cuerpo de las bailarinas de esta disciplina. El camino hacia la perfección en sí, es la perdición.

Durante su relación, eran frecuentes las discusiones que por lo general, terminaban con Elvis arrojándole objetos a Priscilla. Para el público, ellos eran ·el sueño americano· y no entendían el porqué de su divorcio pero muchas cosas están detrás de esa razón. Priscilla se sentía diminuta al lado de él, debía soportar que coqueteara y le fuera infiel con otras mujeres mientras que con ella no tenía ningún gesto de afecto.

En el camino imposible hacia la perfección, Priscilla entra a clases de artes marciales, en donde se hallaría la razón de su divorcio ya que no solo mantuvo una relación amorosa con su instructor sino que gracias a salidas compartidas con sus compañeros, tomó consciencia del agujero donde estaba metida. Al fin y al cabo, había quemado muchas de sus etapas, sin haber conocido al mundo por sí misma y habiendo dado todo de sí para mantener un matrimonio que ya era insostenible.

En febrero de 1973, la pareja dejo de convivir y en agosto de ese mismo año, se divorciaron de manera cordial, saliendo del juzgado tomados de las manos. Durante una entrevista en 2016, Priscilla declaró “No me divorcié de él porque no le quisiera. Era el amor de mi vida pero tenía que descubrir el mundo”.

La relación entre ambos se mantuvo amable hasta la muerte de Elvis en 1977. Algunos allegados de la expareja comentaban que se llamaban todos los días para contarse que iban a hacer. El fallecimiento del cantante fue un golpe duro para la actriz, “quería morirme” declaró.

A pesar de haber vivido un martirio al lado de Elvis, Priscilla considera que él fue una víctima de la sobreprotección de su madre que le impedía comportarse con adultez y por supuesto, de la fama, que lo condujo hacia sus vicios y desenfrenos que culminaron con su trágica muerte en el baño de su casa.
La vida después de Elvis
Tras la muerte del ‘Rey del Rock’, Priscilla incursionó en el mundo de la actuación, en 1980 fue presentadora del programa de televisión Those Amazing Animals y actriz en las series ochenteras de The Fall Guy y Dallas. Periodo en el cual comenzó su relación con Marco Garibaldi en 1984, la cual concluyó hasta 2006 y con quien tuvo, en 1987, a su segundo hijo Navarone Garibaldi.

El éxito en la televisión la llevó a finales de los ochenta a debutar en el cine en The Naked Gun: From the Files of Police Squad!, y a consolidarse en la industria en los años noventa con The Adventures of Ford Fairlane, su papel de Jane Spencer en The Naked Gun 2½ y The Naked Gun 33?. A la par de seguir en las producciones televisivas con Tales from the Crypt, Melrose Place, Touched by an Angel y Spin City.

Además de su camino como actriz, en 1988, lanzó su línea de fragancias y durante el año 2000, fue parte de la dirección de Metro Goldwyn-Mayer. Desde 2003, es embajadora de Dream Foundation y en 2013, inició una campaña en contra de la crueldad animal.

Sin dudas, Priscilla se ha reinventado y ha superado muchos golpes de la vida. Aún sigue de pie y en busca de nuevos proyectos, a pesar de haber sufrido sucesos como el fallecimiento de su hija y el suicidio de su nieto, Benjamín Keough.

Las relaciones tóxicas pueden conducirte al abismo pero el amor propio puede levantarte de tu miseria y sanarte de a poco, las heridas que las historias de este tipo deja en quienes la sufren. “Priscilla” no solo promete ser un retrato de la relación entre Elvis y Priscilla, sino una crónica cinematográfica de como una pesadilla se disfraza de un sueño tan perfecto, como si de mármol estuviese hecho. Sofía Coppola viene a destrozar esos mitos y a mostrarnos el paso a paso de cómo se oxidó este vínculo y Cilla dentro del mismo.
Fuente: El Entre Ríos

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