El origen del conflicto
La rectora especuló que el origen del conflicto actual "podría ser una denuncia que obra sobre su persona y que fue sobre un hecho de violencia de género que supuestamente sucedió en la institución: eso habría sido el pasado 7 de marzo"."Yo trato de hablar con él por esa denuncia, no lo encuentro y yo hablo con la Supervisora que es mi inmediato superior, basado en el protocolo que tenemos", detalló y mencionó que "también hablé con la abogada de la Departamental porque es un tema muy sensible y ella me asesora que las damnificadas deberían hacer la denuncia en la Comisaría de la Mujer".
En la cronología de los hechos, contó que el pasado 15 de marzo, "yo elevé un informe elaborado por el equipo directivo, tal como lo marca el protocolo y, a partir de ahí, surgen todas estas denuncias hacia mi persona".
Ingresó por concurso
"Una de las cosas que dijeron es que yo entré por la ventana cuando yo accedí a este cargo porque rendí un examen de oposición provincial", mencionó Mattio y remarcó, en consecuencia, que "yo no estoy puesta a dedo y mi cargo no es político partidario".“El pecado mío es ser mujer”
Para la directiva "con todo esto, lo único que puedo pensar es que tengo estos ataques hacia mi persona por mi condición de mujer". Consultada acerca de la cantidad de firmantes en las denuncias, precisó que "de 200 personas, 16 es un número significativo pero el ataque sigue siendo hacia mi persona y no al equipo directivo de la institución"."Parece que el pecado mío es ser mujer, ese el mensaje de odio profundo al género", insistió y aclaró que "yo voy a seguir difundiendo la voz de las mujeres: yo soy la voz de las mujeres". En ese sentido, se preguntó: "¿mi hija no tiene derecho a trabajar porque es mujer?" Por último, la rectora contó que lo que sigue ahora será su descargo formal en la Departamental de Escuelas y agradeció "a mis colegas, a mis compañeros de trabajo, a los padres, a los alumnos, a ex profesores y rectores que me han mandado su solidaridad, poniéndose a disposición".