En el Amparo, que tramita ante el fuero Contencioso Administrativo Federal, Kueider, representado por el abogado Maximiliano Ruiz, arremete con extrema dureza contra la excusa esgrimida por la Vicepresidenta de la Nación, Victoria Villarruel, según la cual recién asumió la presidencia de la Nación en reemplazo de Javier Milei 5 horas después de que este dejó el país rumbo a Italia, cuando el escribano labró al acta de traspaso.
“A partir de que el Sr. Presidente abandonó el país, la Sra. Presidenta de la Honorable Cámara de Senadores, pasó a ejercer el cargo de Presidente a cargo, con lo cual NO pudo y NO debió como representante del Poder Ejecutivo en ejercicio, presidir la Sesión que se impugna”, sostiene Kueider.
Y avanza aún más al denunciar una eventual acefalía e incumplimiento de los deberes de funcionario público tanto del presidente como de la vicepresidenta: “es inaudito pensar que nuestro país no tuvo representante legal entre las 12.00/14.00 y 19.00 hs., circunstancia que, en todo caso, coloca en incumplimiento de los deberes de funcionario público tanto al Sr. Presidente, como a la Sra. Vice presidenta, con lo cual, en caso que el Estado articule esa defensa, solicito a S.S. que, ante la constatación fehaciente de ese incumplimiento, realice la denuncia respectiva”.
“Sea cual sea el contexto que el Gobierno pretenda darle –agrega el Amparo elevado por Edgardo Kueider-, el Poder Ejecutivo se encuentra vedado de presidir una sesión del Congreso, y menos aún una sesión especial en la que se trata la expulsión de un miembro de ese órgano. Lo obrado es como si el Sr. Presidente Milei hubiera venido, se hubiera sentado en el sillón del presidente del Senado, y hubiera sesionado, constatado el quorum, puesto en votación una propuesta, contabilizado los votos, y proclamado una aprobación. Nada más ridículo e inimaginable que Milei expulsando a un senador nacional de su banca. ¡Eso es lo que ha ocurrido aquí!”.
Derecho de defensa y “dos fotocopias” sin autenticar
Además de considerar inválida la sesión al haber sido presidida por quien, entiende Kueider, ya estaba a cargo del Poder Ejecutivo, el entrerriano argumenta que su expulsión fue resuelta sin permitírsele el ejercicio constitucional de su derecho a la defensa.“Nunca se le otorgó vista de las actuaciones al Sr. Kueider para que se defienda, ni se le dio, ni siquiera por medio electrónico atento su situación, la posibilidad de presentar su descargo o realizar su defensa. Lo ocurrido fue un viejo juicio de inquisición, y sin prueba alguna. Extrañamente, se dispuso una remoción de un senador nacional, sin un solo elemento de prueba institucional. No hay en el expediente que fue motivo de votación un solo documento oficial, con signos de autenticidad, ni mucho menos librado por la República de Paraguay ni apostillado conforme imponer el derecho internacional. Ergo, se removió a un senador con dos fotocopias que nadie autenticó”, cuestiona el Amparo elevado por Kueider a la Justicia.
Preocupación por los fueros
El escrito incluye también la solicitud de una medida cautelar para que de forma inmediata se los restituya en la banca y, entre sus preocupaciones, no disimula la necesidad de recuperar los fueros perdidos.En un apartado titulado “El Perjuicio sufrido”, Kueider sostiene que “lejos de tratarse de una cuestión abstracta o meramente teórica, la lesión de derechos que causa estos actos (su expulsión) también es evidente, dado que lo actuado por un lado, impide el ejercicio del cargo para el cual fue electo, pero además, impide al pueblo como fuente del poder representativo que su voto sea respetado; expone al Sr. Kueider a las acciones que sus fueros tutelan, permitiendo su detención, la privación de su libertad, el allanamiento de sus oficinas funcionales, donde además, por el simple cargo pueden existir actividades o documentos que sean propios del secreto de estado; situaciones que encuadran claramente en la violación a derechos y garantías expresamente reconocidos por la Constitución (cfr. artículo 43 CN), razón por la cual resulta viable esta acción”.
Al justificar la vía del Amparo como la apropiada para resolver con urgencia la situación planteada, Kueider insiste con su preocupación por los “fueros” y los “secretos de Estado”: “la expulsión, basada en un mecanismo viciado, efectuada por una funcionaría (Dra. Villaruel) constitucionalmente incompetente que carecía de facultades constitucionales para presidir la sesión, permite el desafuero del Sr. Kueider afectando su libertad, provocando la posibilidad de que afecten su libertad o sus bienes, que se violente su oficina en el senado y se disponga de material sensible derivado de los hechos, información y secretos de estado con lo cuales habitualmente linda un senador en ejercicio, o que la resolución sea consecuencia de un acto arbitrario, si se demuestra en la República del Paraguay que los hechos no existieron en la forma que prejuzgan los señores senadores.
