Al analizar la dura derrota del Gobierno, dijo haberla recibida con "sorpresa, porque el resultado no era el esperado. De todas maneras, la situación es seria, muy grave, la gente se expresó y le dio un cachetazo al gobierno", sostuvo.
En declaraciones a Radio Con Vos, Duhalde criticó a la gestión encabezada por Alberto Fernández. "Lo mejor que puede hacer el Gobierno es dejar de hacer macanas. Tienen una facilidad para las que van afuera meterlas adentro que yo nunca lo había visto", agregó.
El ex presidente contó que no votó y que recién este lunes regresó de un viaje a Gualeguaychú, Entre Ríos. Consultado sobre la incidencia en el resultado de las elecciones del escándalo del vacunatorio VIP, que lo tuvo a él como uno de los que accedió de forma privilegiada a las dosis contra el coronavirus, aseguró que eso es "una pavada".
"A le gente le gusta escuchar eso. Son todas pavadas. Lo cierto son otras cosas. El problema no es lo que debe el país sino lo que no produce. Los dirigentes no tienen idea lo que es la producción en los países europeos. Todas las cosas que no tienen que ver con la realidad de la gente son parte de una grieta estúpida", analizó.
Sobre los motivos de la derrota, afirmó que el motivo central fue la falta de capacidad del Gobierno. "No tienen idea de lo que es gobernar. De lo que es el orden, el respeto. Es un país totalmente descontrolado. La falta de respeto entre nosotros, con los países vecinos. No saber cómo se gobierna es un problemón", agregó el ex presidente.
Luego afirmó que hace mucho tiempo que no habla con el Presidente. "La última vez que hablamos le dije que tenía un problema serio. Que se tenía que hacer tratar, que estaba muy enfermo. Pero no lo entiende. No se puede gobernar así. Vi las últimas semanas de (Fernando) De la Rúa. Y nos dábamos cuenta que su físico estaba ahí, pero su mente estaba en otro lado".
Consultado sobre si estaba comparando la crisis del Gobierno de De la Rúa con la actual situación que afronta Fernández, lo negó. "No comparo a Fernández con De la Rúa sino la alucinación de los dirigentes cuando tienen tantos impactos psicológicos. A mí me pasó en marzo de 2002. Uno sabe por experiencia lo que sucede", dijo.