La joven, de 24 años, realizó su tratamiento con la esperanza de realizarse el tan esperado trasplante de médula, intervención que parecía estar muy cerca cuando en el mes de junio los médicos que la atendían le habían comunicado que su hermana era compatible y sería su donante.
Todo parecía estar encaminado e incluso se había establecido el 12 de agosto como fecha para el anhelado trasplante en el Hospital Privado de Córdoba. Sin embargo, a finales de ese mes la propia Jésica había manifestado que, lamentablemente, las quimioterapias no habían dado el resultado esperado por lo que debía reiniciar el tratamiento.
Desde hace algunos días, la joven se encontraba junto a su familia en Villa del Rosario, pero tras sufrir una descompensación tuvo que ser internada en el hospital Santa Rosa de Chajarí, donde lamentablemente falleció en la tarde del pasado sábado.