Mientras, un grupo de sus víctimas decidió exigir a la Iglesia Católica reparación económica a través de una demanda civil. Primero, hubo audiencias de mediación que, tras sucesivos encuentros, concluyó en fracaso, reveló el sitio Entre Ríos Ahora.
Entonces, las víctimas, a través de la abogada que los representa, Evangelina Bártoli, presentaron una «propuesta conciliatoria», con una serie de puntos: pedido de perdón, asistencia psicológica, gestionar un encuentro virtual con el Papa, reparación económica.
La respuesta de la Iglesia de Paraná ha sido una sola: el silencio.
La demanda alcanza no sólo a Ilarraz sino también al Arzobispado de Paraná, al arzobispo Juan Alberto Puiggari, al cardenal Estanislao Esteban Karlic, que fue superior de Ilarraz y fue quien lo nombró prefecto de disciplina en el Seminario y, más tarde, lo juzgó a través de un proceso sumarísimo que terminó con la condena del destierro; y los sacerdotes Gabriel Battello, que reconoció en la Justicia que supo de los abusos pero jamás los denunció; y Mario Gervasoni, mano derecha de Puiggari, condenado con sentencia firme por falso testimonio al no contar todo cuanto sabía del caso Ilarraz.
Las víctimas procuraron evitar la judicialización y llegar a un punto de acuerdo. «La presente propuesta se realiza a los fines de evitar la judicialización del conflicto y por ende, la re victimización de los sobrevivientes de Justo José Ilarraz. Queda sujeta a revisión en caso de llegar a una instancia judicial».
Pero, hasta el momento, la Iglesia no habría respondido.
El tribunal que condenó a Ilarraz en 2018 a 25 años de cárcel -de momento, está con prisión preventiva, bajo la modalidad de arresto domiciliario, en un departamento de calle Corrientes al 300, en Paraná- planteó en sus fundamentos, contenidos en 327 páginas, que “coadyuvó como elemento facilitador del plan de Ilarraz, la posición asumida por sus superiores y pares actuantes al tiempo de los hechos; ya que sin su omisión el acusado no hubiera podido cumplir sus designios delictivos con la libertad e impunidad con que lo hizo”.