"Sin dudas, quieren coima. Son unos muertos de hambre", expresó un salteño visiblemente molesto.
Según los periodistas de Salto, esta situación ha generado un ambiente de hostilidad y temor entre quienes solían cruzar a Concordia para aprovechar la ventaja de precios que, con un 80% a favor de Uruguay, resultaba altamente beneficiosa. Sin embargo, lo que antes era una práctica habitual para muchos salteños, ahora se ha convertido en un riesgo que pocos están dispuestos a correr.
El efecto de estas presuntas prácticas corruptas se siente directamente en los comercios de Concordia, que ven cómo se reduce el flujo de clientes uruguayos. "Los únicos que pierden aquí son los comerciantes de Concordia, todo por culpa de estos funcionarios y hasta incluso de la gendarmería, que parece estar en la misma movida", comentaron indignados algunos salteños que, hartos de la situación, han decidido dejar de cruzar el puente.
Las denuncias contra los agentes de tránsito en Concordia no son nuevas, pero la situación parece haber llegado a un punto crítico que podría tener serias repercusiones para la economía uruguaya. “La comunidad salteña está cansada de ser objeto de lo que consideran una extorsión descarada, y la paciencia se agota. Con cada vez menos uruguayos dispuestos a cruzar la frontera, la pregunta que queda en el aire es hasta cuándo los comercios de Concordia podrán sostenerse si continúa este éxodo forzado de clientes”, señalan en la publicación del vecino país.
“La relación entre Salto y Concordia, históricamente caracterizada por la fraternidad y el intercambio, se ve ahora amenazada por las acciones de unos pocos que, según los salteños, están dispuestos a sacrificarlo todo por un soborno. Es hora de que las autoridades tomen cartas en el asunto y pongan fin a este comportamiento vergonzoso que solo siembra discordia y empobrece a ambos lados de la frontera”, concluyeron.