Los magistrados consideraron que ambos fueron responsables -en calidad de coautores- de los delitos de “privación ilegal de la libertad” y “tormentos agravados” hacia César Yañez, Roque Minatta, Juan Carlos Romero y Juan Carlos Rodríguez, pero los absolvieron del cargo de “asociación ilícita”.
La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, como parte querellante, había solicitado que fueran condenados a 15 años de prisión y la fiscal federal María de los Milagros Squivo a 10 años.
El 19 de julio de 1976, un grupo de alumnos que militaba en el Centro de Estudiantes de la Escuela Normal e integrantes de las agrupaciones políticas juveniles -todos de entre 17 y 18 años- fueron secuestrados por un grupo de tareas de la Policía Federal y trasladados a un centro clandestino de detención.
Ese día fueron secuestrados César Román (denunciante en la causa), Darío Morán (en su casa estaba el mimeógrafo con el que se confeccionaban los volantes), Horacio Valente, Carlos Martínez Paiva, Roque Minatta, Juan Carlos Romero y Juan Carlos Rodríguez, entre otros.
Durante un cautiverio que se prolongó por varios días, las víctimas sufrieron golpes, torturas con picanas que les dejaron secuelas y padecieron simulacros de fusilamientos.
Morán, Valiente y Martínez Paiva fueron trasladados a la cárcel de Coronda (Santa Fe) y recuperaron la libertad a fines de 1978, mientras que el resto quedó bajo “libertad vigilada” hasta el fin de la dictadura.