Secuestrados el 16 de febrero de 1977, fueron privados de su libertad en la comisaría de Escobar y más tarde trasladados al centro clandestino de detención que funcionó en Campo de Mayo. Luego de dos semanas de cautiverio, el 6 de marzo fueron trasladados a Entre Ríos y arrojados dentro de un auto al arroyo Moreyra, a la vera de la ruta nacional 18, con la idea de fraguar un accidente. Allí murió Muñiz Barreto, pero Fernández logró salir del vehículo y escapar.
Patti ya fue condenado en 2011 por el secuestro y los tormentos que sufrieron ambos en Escobar, pero no fue juzgado por homicidio ya que había sido sobreseído por ese delito durante la instrucción de la causa. Tras un largo proceso legal, se revirtió esa decisión en la Corte Suprema de Justicia y ahora deberá responder por su responsabilidad en el crimen.
En 2008, la Justicia Federal pidió su desafuero y Patti quedó detenido por crímenes de lesa humanidad. Desde ese momento, fue condenado en tres juicios por graves violaciones a los derechos humanos durante el terrorismo de Estado y en todos recibió la pena de prisión perpetua.
